La nieve esconde muchas caras detrás de las idílicas estampas que se pueden contemplar estos días por los pueblos del norte de la provincia de Castellón. Buena muestra de ello es el trabajo extra al que tienen que hacer frente los ganaderos. El primer obstáculo al que se enfrentan es al de llegar hasta las masías.

En este sentido, Vicent Segura, de la masía Guardiola, en Cinctorres, explica que las pistas «tienen más de 30 centímetros de nieve, por lo que es muy complicado trabajar en estas condiciones». En la misma línea apunta Joel Pascual, que gestiona el Mas de la T. Blanca, en Morella. «Hemos tenido que tirar de pala para poder abrir camino. Si toda esta nieve se convierte en hielo tendremos nieve durante semanas».

Los animales también sufren el rigor del invierno. Las bajas temperaturas que se registran y la precipitación les impide el pasturaje. «El segundo escollo a salvar, y el más importante, es poder llegar hasta los animales», añade Joan Boix, de la masía Torre Miró, en Morella. Para poder alimentar a los animales, durante estas jornadas los gastos se multiplican. Con todos los pastos cubiertos por la nieve, tienen que mantener a los animales a base de paja y piensos.

El temporal de nieve también afecta a las vacas, que ahora empiezan la época de crianza. A este respecto, el veterinario Diego Ibáñez apunta a que si una vaca se pone de parto en estas condiciones «los problemas se multiplican». «Con las grandes acumulaciones de nieve es más dificil ver a los animales, tenemos que llegar pronto para atenderlos, de lo contrario el ternero puede congelarse», explicó Ibáñez.