Mis veranos en la Almadraba de Benicàssim donde facilito a los lectores de Mediterráneo mis impresiones y afanes sobre la visión de El humo de los barcos, me han hecho explorar y convocar mil y una historietas de las gentes que en una u otra época se han significado en aquellos singulares parajes. Son ya más de quince años los que tengo ocasión de escribir todos los meses de agosto de aquellos temas. Y mi máquina de escribir Olivetti tiene adosado un cacharrito que me obliga a oír y hablar de música muy a menudo.

A parte de mi experiencia personal desde Bohío, todos los años dedico una especial atención al Certamen Internacional de Guitarra Francisco Tárrega. Y, claro, hablar de él me obliga a recordar la decisiva intervención del pianista Leopoldo Querol en su creación. La aproximación ahora del centenario del Instituto Francisco Ribalta de Castellón, me tiene también un tanto ocupado al recordar su historia y ahí aparece igualmente su hermano Luis, que fue también profesor y director del centro y presidente de la Sociedad Filarmónica de Castellón entre 1946 y 1949. Por todo ello, me complace hoy dedicar esta página a recordar qué fue y quien era don Leopoldo, el de Villa Manuela en Els Terrers, junto al albergue Argentina.

El certamen

El Primer Certamen Internacional de Guitarrista Francisco Tárrega, hermoso sueño del funcionario de correos José Muñoz, intérprete de la vihuela, se celebró en agosto de 1967, cuando Antonio Puerto era el alcalde de Benicàssim, institución que se volcó en las tareas de organización, solicitando en primer lugar la colaboración de don Leopoldo Querol, veraneante distinguido desde su Villa Manuela, la que tenía una veleta sobre la torre de su villa, con una clave de sol sobre un pentagrama. Y ahora, tantos años después, la historia coloca a don Leopoldo como el auténtico creador de las bases del certamen, su prestigio y difusión entre las gentes del mundo de la guitarra y de la música en general. Aquel impulso y sus consecuencias propiciaron que Leopoldo Querol fuera nombrado Hijo Adoptivo de Benicàssim, con la rotulación de una calle a su nombre. Y que era en cierto modo pionero de una nueva época en los veraneos en aquellas villas con tan grande historia, donde la familia Querol tuvo como invitados a los maestros Joaquín Rodrigo y José Iturbi, dos máximas figuras de la composición musical.

La vida

En Castellón tiene a su nombre una calle a propuesta de la Universitat Jaume I. El 15 de noviembre de 1899 es la fecha del nacimiento en la ciudad de Vinaròs. Don Leopoldo tuvo solamente un hermano, Luis, que nació en 1901. Y, por educación o por genes familiares, eran unos hermanos con muchas coincidencias en sus afanes y comportamientos. Por ejemplo, después de sus estudios, los primeros y, los inmediatos, ambos se casaron en su tiempo y ninguno de los dos, ni Leopoldo ni Luis, tuvieron descendencia. Fueron sus padres Leopoldo Querol Vives y Noema Roso Molés, excelente pianista a la que anunciaban con el Rosso italianizante en sus conciertos públicos. Y ese apellido ha venido desconcertando no poco a los biógrafos. La esposa de Leopoldo fue Manuela Agustín Marqués.

Los hermanos crecieron en un ambiente culto y especialmente musical. Y ambos tenían una memoria de las llamadas prodigiosas. Luis Querol ya digo que fue director del Instituto Ribalta en los años de la posguerra y muy destacado profesor de Geografía e Historia. Por su parte, Leopoldo se aprendió de memoria dos mil piezas musicales y era capaz de interpretarlas al piano sin partituras. Leopoldo falleció en Benicàssim el 25 de agosto de 1985 y allí está enterrado. Era la primera jornada del XIX Certamen.

Algo de historia

Leopoldo Querol fue alumno del Conservatorio de Música de Valencia, al tiempo que se licenció en Filosofía y Letras. En 1932 se doctoró en Valencia con la tesis sobre El Concierto de Upsala. Discípulo de Eduardo López Chavarri, pensionado en Bolonia y París, fue también catedrático de piano en el Conservatorio de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, desde 1972. Recibió la medalla con Cruz de Alfonso X El Sabio y entre sus muchas composiciones, que se han divulgado profusamente, están las siguientes: Danza Valenciana y Preludio en si Bemol para piano y las obras literario musicales Estilo y significado del romanticismo de Chopin, Historia de la Música, en dos volúmenes, el ya citado Poemario de Upsala y las obras de Tinctoris según los manuscritos. También ha efectuado grabaciones de versiones integrales como la suite Iberia, de Isaac Albéniz. Cabe en este capítulo el recordar de que en Castellón recibió la medalla de Oro de la Juventud y el nombramiento como presidente honorario de la Sociedad Filarmónica de Castellón.

Él aseguraba que su gran obra vital fue el casarse con Manuela, rotular a su nombre la nueva villa en Els Terrers y el compartir su vida con su esposa.

Herencias

Seguramente, su amistad con Iturbi propició que Querol figurara también como intérprete de cine con la película de Salvia Cancionero mágico, aunque en realidad se interpretaba a sí mismo. A lo largo de sus vidas respectivas, Iturbi y Querol caminaron juntos muchas veces. Ya habían coincidido en sus comienzos en Valencia, después protagonizaron gran número de conciertos en España y Europa. Claro que Iturbi fue llamado por Hollywood y Leopoldo Querol quedó aquí, con la magia de aquellos años en París, viviendo precisamente en el piso de una hermana del propio Iturbi, alternando con geniales pianistas de Francia, especialmente con el gran Ravel. Y se volcó en sus grabaciones, aunque también aprovechó para aceptar los conciertos a los que se le contrataba para actuar en Asia y en África.

Hay que dejar escrito que su boda con Manuela en los años treinta, le invitaron a pasar mucho tiempo de veraneo en Benicàssim, donde llegaban desde su residencia habitual en la calle Serrano de Madrid, atendiendo sus contratos y compromisos como profesor de piano y, de modo muy especial, su cargo de Director General de Radiodifusión, para el que fue nombrado como premio a su brillante carrera.