El Ayuntamiento de Castellón estudia la manera legal de cobrar el décimo de la Lotería de Navidad agraciado con un cuarto premio --20.000 euros-- que fue entregado por un castellonense hace unos días en la oficina de objetos perdidos de la Policía Local y evitar así que el dinero se pierda si nadie lo reclama. El objetivo del consistorio es tramitar el cobro y ejercer como depositario de los 20.000 euros para que, pasados dos años, el vecino que lo devolvió tras encontrarlo en la vía pública --sabiendo que el número 13.378 estaba premiado-- pueda quedarse con el dinero.

Y es que el billete deja de tener validez el próximo 22 de marzo, transcurridos tres meses desde la fecha del sorteo. Ese día, si el décimo no ha sido cobrado, el premio pasará a engrosar las arcas del Ministerio de Hacienda.

La persona que lo depositó en las instalaciones municipales ha presentado un escrito en el registro, solicitando ser el benefactor en caso de que la participación se quede sin dueño. Por el momento, nadie se ha acercado a las dependencias policiales para reivindicarlo como suyo, a pesar de los avisos de la Policía Local y de la difusión de la información en redes sociales y prensa.

Los agentes sospechan que la persona que lo extravió habría comprado ese número de forma casual, en ventanilla --el billete se vendió en Vinaròs, en el centro comercial Carrefour de Castellón y en la plaza Santa Clara--.

Creen que el legítimo propietario ni siquiera se dio cuenta de cuál era el número que había perdido y es que ni en los cuarteles de la Guardia Civil de la provincia ni en la comisaría de la Policía Nacional existen denuncias informando del extravío.

LLUVIA DE MILLONES // El 13.378 dejó una lluvia de millones en Vinaròs, donde se vendieron 156 series, lo que equivale a más de 30 millones de euros. El club local de natación, la Escuela de Adultos Libertad, clientes de la pizzería Casa José y el colegio Jaume I fueron algunas de las entidades que resultaron premiadas.

Las administraciones encargadas de vender ese mismo número en Castellón fueron la de la plaza Santa Clara y también la del centro comercial Carrefour. En ellas se repartieron un total de 12 series, a 200.000 euros cada una, por un valor de 2,4 millones.