El obispado de Segorbe-Castellón han lanzado una serie de acciones encaminadas a combatir la caída de las bodas por la Iglesia frente a las únicamente civiles en la provincia, que han pasado de ser el 79,5% de las uniones en el año 2000 a quedarse en el 21,8% del 2016, tal y como publicó ayer Mediterráneo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Desde la delegación para la familia y la vida, su portavoz, Luis Oliver, explica que «en la diócesis se anuncia el proyecto de Dios sobre el matrimonio y la familia de un modo renovado con cursos para adolescentes y novios», acogiéndose a las nuevas indicaciones del papa Francisco, «con acciones transversales en enseñanza, juventud, catequesis, parroquias y movimientos».

Desde el obispado de Tortosa, al que pertenecen las parroquias del norte provincial, su portavoz, Vicent Cardona, muestra «preocupación» por la reversión de las cifras de matrimonios cristianos, «causa y efecto», dice, de una «progresiva secularización social que comporta otros problemas».

Las cifras del INE, señaló Oliver, «ponen de manifiesto la grave crisis de las uniones en Castellón desde hace una década, pero también crecen las separaciones y divorcios, lo que debe llevar a una reflexión más profunda de la institución del matrimonio, enferma». De hecho, el pasado día 3 se reunieron en Castellón los delegados de Pastoral para «buscar propuestas concretas que abran nuevas iniciativas».

Y si desde la Conferencia Episcopal Española, el portavoz, José María Gil Tamayo, exhortaba a «actualizar la hoja de ruta de la pastoral de familia», con «acciones entre los jóvenes y sus entornos», fuentes de algunas parroquias especifican que «hay que incentivar que los jóvenes vuelvan a la Iglesia para sellar sus uniones». Y, para ello, dicen, «es necesario una renovación del cómo, pasando de una tarea de mantenimiento, un tanto inmovilista, al proactivismo, no solo con charlas o cursillos, sino con convivencias fuera y dentro de la parroquia, por ejemplo, o poniendo más facilidades». «Hay que buscar nuevas formar de atraer a las parejas a la fe», señalaron.