El primer documento que habla de una fiesta de Reyes en Castellón es hacia 1400, cuando se cita una festa de Reis per als fadrins. Seis siglos después, una fastuosa cabalgata recorría las calles de la capital de la Plana en el anual encuentro de los niños castellonenses con Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.

Vistosa y animada, mágica e ilusionante, ágil y danzarina, la comitiva con Melchor, Gaspar y Baltasar sorprendió a propios y extraños en un maremagnum de fantasía protagonizada, en la parte central de la comitiva, por Xarxa Teatre, que recreó un universo de estrellas con zancudos y figurantes que despertaron el asombro y la curiosidad de los miles de castellonenses que se agolpaban en un circuito en el que primaban las medidas de seguridad.

Así, fruto de la decisión de la Policía Local para evitar accidentes, por primera vez en la historia se valló la calle Mayor y la calle Arcipreste Balaguer, lugares, además, donde estaba prohibido tirar caramelos.

Y es que los dispositivos especiales en cuanto a restricciones para garantizar la seguridad es una constante en Castellón ante la celebración de eventos multitudinarios, y así lo ha remarcado en reiteradas ocasiones el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Castellón, Antonio Lorenzo, fiel a su filosofía desde que tomó posesión del cargo.

Por otra parte, la Policía Local informó a primeras horas de la noche de ayer que el cortejo castellonense reunió «entre 25.000 y 30.000 espectadores» a lo largo del recorrido con una temperatura casi primaveral.

Volviendo al desfile real, hay que señalar que, un año más, el primer tramo fue el de carácter publicitario con las carrozas que colaboran con la Junta de Festes.

Después, en su segundo apartado, estampas navideñas y de historias infantiles, como la de Peter Pan, y la ya citada participación de Xarxa Teatre en un alarde de imaginación desbordante, sin faltar tampoco una carroza con la Reina del Invierno y sus blancos copos de nieve sobre una carroza de hielo figurado.

POR ARTE DE ENSALMO // El tercer tramo, el de los séquitos de los tres Magos, surgió como por arte de ensalmo con sus pajes y chamberlains, con los cofres con el oro, incienso y mirra y con la mirada expectante de los niños ante el paso deslumbrante de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Y es que, si algo caracteriza a los instantes fabulosos en los que los ojos de los más pequeños se dirigen hacia las barbas de los sabios llegados de Oriente es la ternura y la ilusión.

Buena organización por parte de la Junta de Festes, con un equipo liderado por Raúl Martí Ten, ponente de Reyes del máximo ente festero, que puso toda la carne en el asador para que todo saliera a la perfección. La Cavalcada de Reis supone todos los años el primer reto organizativo de la Junta ante la proximidad de las fiestas de la Magdalena, y Martí superó con nota una compleja y difícil coordinación de los participantes en uno de los eventos de Castellón más multitudinarios del año, la cabalgata de Reyes.

Por otra parte, sí se produjo un incidente con una asistencia sanitaria a una mujer, M.J.J.M., de 57 años, quien se sintió indispuesta y perdió el conocimiento en plena calle, según informó la Policía Local. Fue en la plaza Borrull y, tras proceder a realizarle las maniobras de reanimación cardiorrespiratoria, fue trasladada de urgencia al Hospital General donde quedó ingresada.