El festival Mare Nostrum ha generado un impacto económico de 600.000 euros de facturación en restauración y consumo. Así lo ha indicado el alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, quien, en compañía del diputado provincial José Luis Jarque y del concejal de Cultura, Vicent Sales, han hecho balance de esta cita, que a lo largo de cuatro días ha ofrecido a vecinos y visitantes más de 250 actuaciones en la calle, lugares culturales y locales.

La asistencia ha sido superior a la esperada y, si inicialmente se preveían 15.000 personas, al final han sido 20.000 quienes han disfrutado del Mare Nostrum.

Bataller ha destacado la “buena acogida” que ha tenido este evento entre la ciudadanía y los beneficios, que ha repercutido en la ciudad. Como explicó, tanto hoteleros como restauradores superaron sus expectativas para el fin de semana. De hecho, los restauradores colgaron el cartel de completo los cuatro días del festival y el jueves y el viernes facturaron como si fuera fin de semana y duplicaron la facturación habitual de sábado y domingo.

Aparte, las terrazas de las plazas Hernán Cortés, La Paz, Huerto Sogueros, avenida Rey don Jaime, plaza de la Pescadería y Santa Clara “tuvieron una ocupación completa durante todo el fin de semana gracias a las actuaciones”. Además, indicó, “el aumento de consumo por el festival supuso que algunos bares y varios restaurantes de las plazas participantes se quedaran sin existencias de algunos tipos de bebida”.

Un festival que ha organizado el Ayuntamiento de Castellón y la Diputación y que ya piensa en su edición del 2015. Y es que el alcalde aseguró su continuidad, anunciando que “Castellón volverá a vivir una nueva edición del Mare Nostrum el próximo año”.

También destacó que las actuaciones de las academias locales y colegios, los shows de Rock and Jocs de Simago Lemon’s y Big Bolerando de la plaza Mayor congregaron a más de 5.000 personas y más de 3.000 disfrutaron de las actuaciones de noche en los restaurantes de la capital. H