El Ministerio de Industria ha reconocido que el impacto económico de la nueva reforma energética que tramita sobre la cogeneración y las industrias que la utilizan, como la cerámica, será tres veces mayor a los cálculos iniciales que habían realizado. Del perjuicio económico de 300 millones de euros que se creía inicialmente asumible, ahora, la cifra se habría elevado a 900 ó 1.000 millones, lo cual es mucho más grave y podría abrir una puerta a que el Gobierno recapacite sobre el tasazo.

Según ha podido saber Mediterráneo, se ha producido esta semana una reunión para comparar cifras entre representantes de la patronal nacional de la cogeneración Acogen --en la que está representada Ascer-- y miembros del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del área de Industria del Gobierno central.

Al parecer, la estimación primera del ejecutivo central de las pérdidas que comportará la reforma energética para los sectores que cogeneran solo tenía en cuenta la última orden de parámetros; y no las aprobadas en el último año. Estas eran la supresión de complementos de reactiva y eficiencia; y los nuevos impuestos a la cogeneración de energía eléctrica, gas natural, hidrocarburos y compras de CO2.

El encuentro de Acogen e IDAE surgió tras la última Conferencia Sectorial, donde el director general de Energía de la Generalitat, Antonio Cejalvo, planteó la disparidad del impacto y el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, se comprometió a revisar.

Esta semana Ascer ha entregado al ministro un manifiesto conjunto con otros sectores; y ha expuesto su postura ante cargos del Ministerio en la CEOE. H