El sector cerámico castellonense se prepara para afrontar una nueva vuelta de tuerca de sus costes de producción en un escenario de márgenes comerciales muy estrechos.

Después de varios meses beneficiándose de aspectos como una energía a precios muy asequibles y materias primas estables, lo que ha permitido un importante periodo de expansión de los negocios, los empresarios están ya viendo con preocupación realidades como la escalada del precio del barril de brent o el reciente anuncio lanzado por los suministradores de compuestos químicos, que hablan de un preocupante aumento de sus costes que tendrán que trasladar a sus clientes finales, es decir, a los fabricantes azulejeros.

La situación puede volver a poner contra las cuerdas a las empresas cerámicas, que vienen trabajando con unos márgenes de beneficios muy estrechos para hacer frente a la competencia de los terceros países fabricantes de baldosas y no quedarse fuera del mercado mundial.

«Será difícil aventurar cifras. Una cosa es la subida de la energía al consumidor y en los mercados, y otra su traslado al consumo empresarial», indican fuentes consultadas de la patronal azulejera Ascer a Mediterráneo. Pero también admiten la evidencia: «El incremento de los costes energéticos, si se mantienen en el tiempo, puede acabar afectando a los precios de los aprovisionamientos industriales, tanto en cuanto más dependan de la energía», caso del transporte, sin obviar que el gas también está indexado al precio del brent.

DESDE ANFFECC

Mucho más explícito es el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc), Miguel Ángel Michavila, quien admite que el encarecimiento de la energía, en general, «siempre supone un coste extra difícil de soslayar, ya que es muy difícil de reducir los consumos». Y menos en una industria tan intensiva en uso de gas natural y electricidad como es la que representa.

Y por si fuera poco, da por sentado que el hecho de que el barril de brent haya subido «con respecto al año pasado más de un 30%», terminará afectando a «muchos servicios que tenemos, como materias primas, embalajes, transporte...» colateralmente.

Precisamente, la patronal Anffecc anunciaba oficialmente que el sector de fritas y esmaltes «posiblemente tenga que subir precios ante el encarecimiento de las materias primas empleadas en el sectdor». Zinc, cobalto, titanio, estaño, cromo, praseodimio, alúmina o silicato de zirconio están yendo «todos al alza», con revalorizaciones que van del 35% al 60%, según los casos citados por el presidente Michavila.

PREOCUPACIÓN

La reacción no se ha hecho esperar por parte de la dirección de Ascer, quien ha declarado a este rotativo: «No conocemos el alcance de este anuncio. De todos modos, cualquier aumento en los costes no beneficia al sector, especialmente en un entorno tan competitivo».

El 2017 arranca con optimismo desde el punto de vista comercial para el sector, pero con cambios internos que, a priori, se presentan difíciles de digerir.