Basta con dar una vuelta por Castellón para que el fenómeno salte ante los ojos. Tiendas de todo a cien dirigidas por ciudadanos chinos, rumanos que regentan un bar, establecimientos de reparación de teléfonos móviles cuyo jefe es de nacionalidad paquistaní, vendedores de ropa en los puestos del mercado de origen marroquí... Es sólo una parte del fenómeno, pero sirve para romper la idea de que la inmensa mayoría de los que emprenden en la provincia tienen nacionalidad española. Al contrario. Este año, y coincidiendo con los primeros signos de recuperación económica, los extranjeros se han lanzado a abrir negocios y lo han hecho al ritmo más alto desde el 2007.

De enero a agosto de este año, Castellón ha ganado 835 nuevos autónomos, según datos de la Seguridad Social recopilados por la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) en la Comunitat Valenciana. Lo llamativo es que el 46% de los nuevos empresarios son de origen extranjero, 385 en números absolutos. O lo que es lo mismo: casi la mitad de los que durante los primeros 8 meses de este año han abierto la persiana de un negocio son inmigrantes.

En el conjunto de la Comunitat ocurre algo similar. De enero a agosto se han dado de alta nada menos que 2.466 negocios de ciudadanos no españoles, mientras que la cifra de nuevos autónomos en general es de 4.946. “Se trata de unos datos que, sin duda, son positivos, aunque no podemos olvidar que el aumento del trabajo por cuenta propia se debe en parte a la dificultad que encuentran los extranjeros a la hora de acceder al mercado de trabajo por cuenta ajena, y en muchos casos acceden al emprendimiento sin el apoyo, la formación o los recursos necesarios”, apunta Juanma Mesado, coordinador de UATAE en la Comunitat.

Los extranjeros emprenden cada vez más y también aguantan mejor. Un ejemplo. Durante el pasado mes de agosto se perdieron en la provincia 149 autónomos (agosto suele ser un mes malo para el emprendedurismo). Lo llamativo es que de los 149 que cerraron solo seis eran extranjeros. El 96% tenían nacionalidad española. “La reactivación del mercado laboral está provocando un frenazo en el número de españoles que emprenden, pero no ocurre los mismo con los inmigrantes”, añaden en UATAE. H