El cerco a los apartamentos turísticos ilegales en Castellón ha dado frutos. En 2016 la campaña de inspección de la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) ha aflorado 2.658 pisos alquilados clandestinamente en Castellón, sin inscribir en el registro turístico de la Comunitat, un 43,5% más.

Y es que la normativa autonómica manda, no solo rendir cuentas al fisco del alquiler, sino también que cualquier piso que se alquile para turistas, en su publicidad, indique el número de registro que la Generalitat valenciana otorga cuando se inscribe como alojamiento turístico.

Este grave problema para el sector turístico, por lo que supone de competencia desleal para los apartamentos y hoteles registrados, se ha convertido en objetivo número 1 para la Generalitat. «Entre el 2014 y 2016, en solo tres años, se han detectado 5.313 viviendas turísticas ilegales en Castellón --segunda provincia con más volumen acumulado--, que se han conseguido incorporar como altas al registro oficial», explicó el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer.

Y es que las campañas fijan sanciones pero también pretenden concienciar a propietarios de apartamentos y a clientes, de la importancia de estar legalizados, por calidad y seguridad.

Una novedad en este 2017 será la colaboración de la Policía Local, que se sumará a la Autonómica, que hasta ahora acompañaba a inspectores de Turismo en las comprobaciones de pisos en municipios turísticos, a fin de detectar alquileres irregulares. También seguirá el rastreo de plataformas de internet, con el apoyo de las inmobiliarias, gestores de fincas y empresarios turísticos, en la comisión de intrusismo.

Aunque Semana Santa será la primera prueba de fuego, los controles se intensifican cara al verano. El presidente de la Asociación de Apartamentos de la Comunitat (Apartval), José Benavent, señaló que «se aprovechan picos de ocupación, sobre todo verano, para comprobaciones in situ».