El Ayuntamiento de Castellón ha instalado dos badenes en la avenida Vila-real con el fin de reducir la velocidad de los vehículos, que ahora tienen que circular a 20 kilómetros por hora, y vienen precedidos por señales previas.

La concejala de Movilidad, Carmen Albert, manifestó que la medida responde a una petición de los vecinos de la zona, que reclamaron que se hiciera un estudio de seguridad vial por si fuera necesario tomar medidas para reducir la velocidad.

El presidente de Tir de Colom, Ramón Sarriá, explicó que su asociación no ha efectuado ninguna petición formal, aunque los vecinos no ven mal la medida, porque en el 2013 hubo un accidente y que los vehículos, al ser un vial muy largo y ancho de carriles, van “bastante ligeros”, especialmente de noche. Albert negó que la decisión haya venido motivada por el atropello mortal a un menor en el 2013, pero el Síndic de Greuges abrió entonces una queja de oficio y el Ayuntamiento dijo que se estaban estudiando medidas para mejorar las condiciones de seguridad en dicho vial. Respecto al malestar por la altura de los badenes, el Ayuntamiento asegura que tienen 10 centímetros y cumplen con las normas previstas en la Orden FOM 3053/2008.

También se ha colocado un badén en el grupo San Lorenzo y otro en Chatellerault. H