Si hay una zona especialmente afectada por la pérdida de habitantes, esa es el interior de la provincia. Por ello, desde las administraciones, especialmente la Diputación, se han puesto en marcha medidas para lograr frenar la despoblación que sufren los pueblos. Aun así, los alcaldes solicitan un mayor esfuerzo.

«Necesitamos infraestructuras», resume el alcalde de Cortes de Arenoso, Javier Vilau. «Son generadoras de oportunidades y nos facilitarían más las cosas. Además, seguimos reclamando más apoyo por parte de las administraciones», detalla. Un ejemplo son las trabas burocráticas con las que se encuentra a diario en su labor municipal: «No se puede legislar igual para un municipio con 10.000 habitantes que para uno de 300».

Mercedes Cortes, alcaldesa de Benafigos, señala que la «falta de industria» es un problema que atenaza a todo el interior y que la lucha contra la despoblación va a ser «larga y muy dura».

‘vender’ un paisaje // Frente a este problema, apuesta por soluciones como «intentar vender el paisaje, que es único», y animar a la gente a que vaya a vivir allí. «Para ello también tenemos que fomentar la restauración y el ocio, como hemos hecho con el festival Benafigos Arts», subraya.

Por su parte, el alcalde de la Salzadella, Cristóbal Segarra, cree que la solución pasa por fomentar la llegada de empresas al medio rural, «aunque sean pequeñas». «Tenemos que aprovechar que nuestros precios del suelo son más bajos», concreta.