Javier tiene seis hanegadas de naranjas en el límite entre los términos municipales de Vila-real y Onda. Sus preocupaciones hasta la fecha eran los de cualquier labrador de la provincia, básicamente el precio de la fruta y las inclemencias del tiempo. Pero ahora tiene una nueva: la plaga de jabalís, que ha llegado a su parcela y amenaza especialmente los plantones más jóvenes, que estos animales llegan a derribar cuando se restriegan en ellos y escarban en busca de raíces para comer.

Su caso no es aislado, pues la presencia de estos ungulados ha aumentado de forma exponencial en los últimos meses en varios municipios de la Plana Baixa como Almassora y Burriana. Así lo aseguran varios agricultores a Mediterráneo y lo corrobora el responsable de cítricos de la Unió de Llauradors, Carles Peris, que asegura que ya no es solo que los animales bajen de la Serra d’Espadà a los campos de localidades cercanas como Onda, sino que «ya detectamos que han colonizado la zona de la desembocadura del río Millars y se han establecido allí de forma permanente».

PROBLEMAS DE RECONVERSIÓN

La amenaza que suponen los jabalís para los productores de cítricos es doble. Por una parte, puede dañar los cultivos adultos y el fruto si su presencia es continuada y al huerto acuden varios ejemplares, como suele ocurrir. Por la otra, el de las naranjas es un sector en plena reconversión, con variedades nuevas y una tendencia a la concentración, por lo cual se están replantando muchas fincas. Es ahí donde los ungulados son más peligrosos, pues según Peris «buscan sobre todo los vegetales tiernos y, con su fuerza, pueden derribarlos y matarlos».

Los agricultores exigen soluciones para este creciente problema, pues incluso algunos denuncian que no solo perjudican a los cultivos sino que también pueden transmitir plagas como las garrapatas. Es por ello que piden a la Conselleria de Medio Ambiente que autorice batidas controladas en las parcelas donde se tenga conocimiento de la presencia de jabalís, una propuesta que comparte la Federació de Caça.