¿Conducen bien los jóvenes de Castellón? En general, sí. Es más, los conductores más noveles obtendrían un notable en un hipotético examen nacional a los mandos de un vehículo, aunque su nota (7,2 sobre 10) quedaría muy lejos del casi sobresaliente que lograrían los chavales de Huesca (8,9) o de Ciudad Real (8,4).

La nota no está nada mal. De hecho, los conductores más jóvenes de la provincia se sitúan en la zona alta de la tabla (ocupan el lugar decimoquinto) y mucho mejor posicionados que los de Valencia y Alicante, que sacan un 6,1 y un 6.

Son datos de un reciente estudio de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa). El informe Juventud al volante: Por qué es necesario ser prudente analiza la conducción de los jóvenes de entre 18 y 35 años y diferencia los accidentes por gravedad. El exhaustivo informe ha establecido un sistema de evaluación del 1 al 10 para medir la probabilidad de accidente entre los jóvenes de las diferentes provincias, ponderando la cantidad de siniestros ocurridos en función del número de vehículos registrados y ha analizado también el número de accidentes graves y leves.

El estudio divide la población joven por sexos, y concluye que hay escasa diferencia entre las calificaciones obtenidas por mujeres y hombres. Pero aun así, ellos conducen un poco mejor. En Castellón, los jóvenes conductores obtienen 7,2 mientras que ellas deben conformarse con un 7,1.

El informe también concluye que, a menos edad, más posibilidad de sufrir un accidente. La probabilidad de sufrir un accidente grave siendo un conductor muy joven (hasta 28 años) es aún mayor. La probabilidad de que un conductor de 18 años tenga un accidente grave es casi 4 veces mayor a que lo padezca una persona de más de 35 años. Esta probabilidad va descendiendo entre los jóvenes a medida que el conductor va cumpliendo años.

A menos edad, más posibilidad de tener un accidente y si el joven conduce una motocicleta las diferencias son aún más grandes. El informe concluye que un conductor de moto muy joven y con menos de un año de experiencia tiene 10,5 veces más probabilidades de sufrir un accidente que otro que lleva diez.