Juan Carlos Fabregat va a ser el nuevo presidente del Castellón. Me alegro por partida doble. En primer lugar porque lo conozco bien, sé que tiene madera y además sabe transmitir. Es buen comunicador, no en balde es abogado. Además, si le pone al cargo una buena dosis de la casta que tenía su padre, será un buen presidente.

La retirada de Bonet se veía venir de lejos y de hecho ya hace tiempo que lo anunció. En mi opinión, creo que el problema de este hombre es que le ha faltado carácter y además, según sus propias palabras, está muy quemado con todo. Y es que no le faltan motivos. Y es que en fútbol, dos más dos no siempre son cuatro.

El problema de Fabregat es que va a dirigir una empresa que es propiedad de otro señor, por lo que no sé hasta que punto podrá llegar su autonomía. Si de verdad está dispuesto a coger las riendas del club, mi consejo sería que lo haga hasta sus últimas consecuencias, porque ya saben lo que le puede ocurrir a quien obra en casa ajena. Sin embargo, la gran ventaja de Juan Carlos está en que ha sido cocinero antes que fraile y nadie, ni directivos ni futbolistas, le van a contar historias a estas alturas. Un abrazo y mucha suerte en su nueva andadura como presidente.