La carga de trabajo en los juzgados de la provincia se caracteriza porque está por encima del nivel «razonable» que marcan los módulos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Para paliar esta situación, los decanos de cada uno de los cinco partidos judiciales de la provincia solicitan la creación de hasta siete nuevos juzgados: cinco en Castellón, uno en Nules y uno en Vinaròs. Además desde Segorbe, aunque no lo cuantifican, creen necesaria «la ampliación de la planta judicial».

Es la principal conclusión extraída tras la comparecencia ayer del presidente de la Audiencia de Castellón, José Manuel Marco, que hizo balance del año judicial en el 2017. Todas las demarcaciones coinciden en reclamar más juzgados o más trabajadores o mejores instalaciones, o bien todo a la vez, como es el caso del juzgado de Nules, que Marco calificó de «maldito».

En un contexto general de sobrecarga, Marco señaló como especialmente delicada la situación de los juzgados de lo Civil, que atribuye a una «mayor litigiosidad derivada de la crisis y a los conflictos originados por los productos bancarios», en referencia a problemáticas como la causada por las preferentes.

SITUACIÓN GRAVE // Marco se detuvo a analizar la situación del partido judicial de Nules, del que dijo que está «desgraciado» desde hace años y que es el más sobrecargado. El magistrado explicó que está previsto que se trasladen los asuntos de violencia de género que allí se gestionan a Vila-real, donde existe un juzgado específico en estos asuntos que tiene poca carga de trabajo.

Esta petición, que iba «por buen camino», se ha interrumpido con el cambio de Ejecutivo central, y ahora «el nuevo equipo ministerial deberá estudiar la situación». Sin embargo, se mostró convencido de que Vila-real asumirá no solo los asuntos de violencia de género de Nules, «sino también de Segorbe».

Asimismo, afirmó que el juzgado que reclama su decano, Jacobo Pin, podría estar en fucionamiento en septiembre..