El juzgado de lo Mercantil nº 3 de Valencia ha comunicado a la patronal autonómica Cierval el auto que declara concluso su concurso voluntario de acreedores y acuerda la extinción de la organización, evitando así designar un administrador concursal. El juez hace constar la insuficiencia de bienes para hacer frente, pues la mitad de activos son deudas de difícil cobro (de cuotas impagadas de afiliados de 2010, 2014 y 2015 de la CEC de Castellón y Coepa de Alicante). Y deduce que no es posible obtener nuevos ingresos de subvenciones, al existir procedimientos de reintegro a la Generalitat de 1.000.565,26 euros, de CEC y Coepa.

Sobre las responsabilidades de importes que quedan por abonar de Cierval --de recepción de ayudas--, desde la Conselleria de Hacienda informaron ayer que dividirán el montante en tres. Así, el Instituto Valenciano de Administración Tributaria (IVAT) va a contactar formalmente con cada una de las tres provinciales (CEC, de Castellón, CEV de Valencia y Coepa de Alicante), dado que eran las destinatarias de las ayudas para reclamarles el abono de 600.000 euros --sin contar recargos e intereses--. Del total, 250.000 corresponden a la CEV, la cual ya ha dado «su compromiso de cumplir con el pago». En el caso de la CEC castellonense la situación es difícil, dado que la propia organización empresarial está inmersa en concurso de acreedores. Fuentes de la organización indicaron ayer que están pendientes del pronunciamiento del administrador sobre el plan de viabilidad.