El Instituto Geográfico Nacional ha registrado hasta 21 terremotos desde el pasado domingo, cuyo epicentro se ha localizado a 30 kilómetros de la costa castellonense, concretamente, delante de Peñíscola, Benicarló y Vinaròs. El mayor de los seismos, de 2,5 de magnitud en la escala Richter, se registró ayer a las 06.43 mar adentro, por lo que el temblor no fue apreciado por la población de esta zona. La causa de estos movimientos es la inyección de gas que se está llevando a cabo en la plataforma Castor, situada en Vinaròs, según confirmaron ayer desde la empresa promotora del proyecto, Escal UGS.

Desde las 17.00 horas del lunes y hasta las 12.00 horas del mediodía de ayer se registraron mar adentro a gran profundidad hasta 18 seísmos. Estos pequeños movimientos sísmicos fueron detectados por los sensores de los dos sismógrafos situados en el Observatori de l’Ebre de Roquetes (Tarragona) en los que invirtió Escal UGS en el año 2009, tras firmar un acuerdo con dicho observatorio.

ESTABA PREVISTO // Desde Escal UGS aseguran que ya estaba previsto que este tipo de microseísmos pudieran producirse y que están incluídos en el estudio del proyecto y contemplados en las fases de construcción, inyección de gas y puesta en marcha, aunque matizaron que son de una magnitud muy inferior a los que pueden registrarse en la zona por causas naturales. Desde la compañía inciden en se trata de movimientos sísmicos que la gente no percibe y no entrañan ningún riesgo ni peligro para la instalación ni para los vecinos, pero que quedan reflejados por los sismógrafos.

Por su parte, la técnico de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional Lucía Lázaro señaló que estos temblores no suponen ningún riesgo para la población, dado que se localizan lejos de la costa a gran profundidad, aunque apuntó su extrañeza por movimientos tan repetitivos.

ANTECEDENTES // De todos modos, destaca el hecho de que en tan poco espacio de tiempo se hayan registrado casi una veintena de pequeños terremotos en el mismo punto, cuando el año pasado justo en esta zona solo hubo tres seísmos, el mayor de los cuáles llegó a marcar 3,3 grados en la escala Richter.

El almacén subterráneo de gas natural Castor inició el pasado mes de junio su actividad con los trabajos para el llenado de gas colchón de la infraestructura, con casi un año de retraso sobre los plazos previstos inicialmente. Ha sido ahora cuando con mayor fuerza se han dejado notar estas inyecciones, como deja patente la actividad sísmica. H