“Cada vez que hay un asesinato, las madres y padres cuyos hijos han sido asesinados continuamos reviviéndolo”. Así se expresa Lucila Agredano, la madre de Rocío López, la joven castellonense asesinada en 2008 por su pareja, ante casos como el de Torrevieja, en el que una mujer ha sido asesinada y emparedada. “El rostro de la víctima siempre sale pero no el de los asesinos y los violadores”, lamenta Lucila. “A esta doble vara de medir se une --indica Félix--, la aplicación de atenuantes como la confesión o el ir bebido. “No lo están haciendo bien, la Justicia victimiza cada vez más a la víctima”, señala.

Ambos han fundado la asociación Afavir para ayudar a las víctimas de la violencia machista. Consideran los protocolos para atajar esta lacra como “parches insuficientes”. Apelan a no victimizar aún más a las maltratadas y reclaman instaurar para personas de 3 a 20 años una asignatura obligatoria y troncal de educación cívica, igualdad y respeto, así como que los asesinos tengan la misma condena que los terroristas y que la cumplan al menos en un 90%.

Preguntado por los últimos consejos de autoprotección para las víctimas del Ministerio, Félix señala: “Les hemos dado cursos de autodefensa, les aconsejamos que eviten, en una discusión, estar en sitios como la cocina o cerca del balcón. Cuando hablamos con ellas, lo entienden, pero no tienen formación suficiente para afrontarlo. El problema es que la víctima está destrozada psicológicamente”.

“MIEDO ATROZ” // “La mayoría tiene un miedo atroz, tendrían que estar más vigiladas por la policía”, señala Lucila, quien pide “más casas de acogida”, y cree que “no debería dejarse toda la protección en manos de la víctima”. Además, explica que “el gran problema es que no se atreven a denunciar. Por miedo, porque dependen económicamente del agresor por los hijos, porque las van haciendo pasar de un sitio a otro, derivándolas del médico al trabajador social...”. Lucila plantea: “A un maltratador lo condenan a un año de alejamiento. Pasa el tiempo, cumple la condena y se terminó. ¿De qué sirve?”. “El sistema de protección a las víctimas de violencia de género Viogén han tenido que reformarlo porque había víctimas de riesgo bajo que han sido asesinadas” dice Félix. H