Javier Moliner cumple cien días de su segundo mandato al frente de la Diputación. Con un escenario nuevo y a las puertas de la elaboración del nuevo presupuesto y la campaña electoral responde a las preguntas de Mediterráneo.

--¿Qué ambiciones tiene para estos 4 años que tiene por delante?

--Estamos ante los años de la recuperación económica. Es fundamental que desde la Diputación contribuyamos a que esa recuperación del empleo en la provincia sea una realidad cuanto antes y, desde luego, esa es la gran ambición del equipo que dirijo.

--¿Cuáles son las urgencias que puede atender la Diputación?

--Para mí, atender a los municipios y que se puedan prestar los servicios en cada uno de los rincones de Castellón es determinante. Cualquier urgencia de un alcalde es una urgencia mía y marca la agenda de la Diputación.

--Está a las puertas de redactar el presupuesto del año que viene. ¿Cuáles serán las competencias con más dinero?

--Vamos a priorizar lo que tenga que ver con la recuperación económica porque crear empleo es determinante. Y creemos en el turismo, que va a ser uno de los ejes fundamentales, y creemos en el emprendedurismo para fomentar la dinamización económica; y creemos en dotar de oportunidades a todos los rincones de la provincia como generador de oportunidades profesionales.

--¿En qué se diferenciará ese presupuesto al de este año?

--El del 2015 fue un presupuesto de recuperación y en el de 2016 el turismo va a tener muchos más pilares sobre los que asentarse. En 2016 tendremos ya el aeropuerto con vuelos todo el año y con el tren de alta velocidad habiendo llegado ya a Castellón, por tanto van a ser elementos decisivos a la hora de hacer una apuesta mucho más clara aún en turismo.

--¿Conseguirá que las entidades bancarias den la cobertura que reclaman los vecinos de interior tras el cierre de oficinas?

--Ha sido una pelea difícil de librar, pero ahí nos hemos enfrentado al sector bancario con la fortaleza de saber que la Diputación tiene que velar por que se presten los servicios en cada rincón de esta provincia. Seguiremos trabajando con las entidades y les anuncio que tendrán ventajas en la gestión de los fondos de la Diputación aquellas que muestren más sensibilidad con lo rural.

--El PP conserva la mayoría absoluta en Diputación, pero enfrente tiene a cuatro grupos que ya han enseñado los dientes. ¿Cómo afronta este nuevo escenario?

--Con la voluntad de mantener la lealtad institucional. Quien quiera perjudicar a Castellón solo para buscar confrontación conmigo, tanto en lo político como en lo institucional, nadie me va a encontrar en otra pelea que no sea la de la defensa de los intereses de Castellón. Que nadie dude de que el Gobierno provincial ejercerá el liderazgo necesario para la generación de oportunidades en este territorio.

--Desde el minuto cero, la oposición en bloque está echándole en cara que la Diputación debe de-saparecer. ¿Cómo combatirá ese discurso que tanto le desgasta?

--Es muy curioso. Hemos pasado en apenas tres meses de ser una institución que tenía que desaparecer a que los gobiernos que auspician a esos partidos que piden la desaparición nos digan que somos imprescindibles para que el Hospital Provincial tenga otro acelerador lineal, para coordinar la extinción de los mosquitos y para que los padres puedan tener ayudas para comprar los libros de texto de sus hijos… Vamos a esforzarnos todos los días por mostrarnos como lo que en estos momentos somos, una administración necesaria y que trabaja al servicio de todos los pueblos y todos los vecinos de Castellón.

--En cien días han sido notorios sus encontronazos con Ximo Puig: libros, mosquitos, acelerador, aeropuerto... ¿Qué espera de un Consell que puede acotarle su capacidad de gestión?

--Del Consell solo espero el respeto que les he ofrecido y que les voy a seguir ofreciendo. Soy consciente de que para pedir algo también tienes que estar dispuesto a dar.