La polémica generada en torno a la nueva normativa que regula la celebración de las carreras de montaña continúa sin resolverse. Si la Conselleria de Medio Ambiente ya tuvo que dar marcha atrás a principios de mes, tras publicar una resolución que prohibía las pruebas deportivas cuando se decretara el nivel 3 de riesgo de incendio, una drástica medida que indignó a ayuntamientos y clubs; ahora prescinde del informe que dijo iba a solicitar a sus servicios jurídicos para determinar qué organismo tendría la competencia para suspender o modificar una carrera.

NORMAS CLARAS // Desde la Diputación de Castellón urgen al Consell una normativa «clara» y «objetiva», que estipule los criterios en esta materia y defina el poder de decisión. El área de Deportes de la institución provincial, que el día 16 ya se reunió con multitud de entidades deportivas y organizadores de competiciones de Castellón para poner en común preocupaciones y dudas acerca de la nueva normativa, ha solicitado una reunión con la dirección general de Medio Ambiente. Una petición a la que no han tenido respuesta, confirma el diputado de Deportes, Luis Martínez.

Medio Ambiente insiste que está ultimándose «una nueva resolución, consensuada con la dirección general de Emergencias y también la de Deportes». Un texto que, según la Generalitat, se someterá «a conocimiento de quienes pusieron el recurso de alzada» y a «otras entidades».

Desde la Conselleria inciden en que las pruebas se están celebrando con «total normalidad» y niegan nuevos problemas, tras la suspensión de la Alcudia de Veo Trail, una carrera con más de un centenar de corredores inscritos que se canceló el pasado día 6 por riesgo de incendio forestal.

Tras la indignación que despertó la dureza de la normativa aprobada el pasado 22 de febrero, Medio Ambiente anunció que en las competiciones que transcurran por más de un término municipio será la dirección general de Emergencias la que ostente la responsabilidad de decidir.

Sin embargo, la competencia parece recaer en el consistorio y club organizador cuando la prueba se ciñe a una localidad. Una misión que los organizadores han pedido clarificar con criterios específicos y cuyas incógnitas, de momento, no se despejan.