La provincia de Castellón presentará el sábado cielos cubiertos con precipitaciones localmente persistentes en Castellón, los vientos soplarán de flojos a moderados del este y las temperaturas mínimas registrarán un ascenso, con cota de nieve a partir de 1.200 metros, subiendo a 1.400-1.600 metros.

Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para el domingo se esperan cielos nubosos o cubiertos, con precipitaciones más abundantes en la mitad norte, los vientos soplarán de flojos o moderados de componente este y las temperaturas máximas registrarán un ligero ascenso.

Hoy habrá intervalos nubosos y no se descartan precipitaciones ocasionales, con cota de nieve entre 1.000 y 1.300 metros y heladas débiles en puntos altos del interior. Los vientos soplarán flojos de dirección variable y las temperaturas se mantendrán sin cambios.

Una situación que llega tras los episodios de fuerte viento que azotaron con fuerza a lo largo del pasado miércoles, con rachas por encima de 120 km/h y más de 170 incidencias a consecuencia de los daños ocasionados, principalmente, por la caída de árboles, vallas o desprendimientos de cornisas y fachadas de edificios.

Mientras más de 20 localidades de la provincia reparan los numerosos desperfectos que dejó la ventolera, el tiempo dará un leve respiro antes de que este viernes vuelvan a reproducirse precipitaciones, que serán de nieve en las cotas más altas de la provincia, según informa la Agencia de Meteorología Aemet. Las lluvias, que serán de intensidad leve a moderada, se sucederán a lo largo de casi todo el fin de semana.

El último vendaval provocó numerosos problemas en amplias zonas de la provincia. La caída de un pino sobre la vía provocó el cierre momentáneo de la carretera CV-189, que une Ribesalbes y la capital castellonense. El desplome de árboles fue incesante a lo largo de la jornada y provocó daños en numerosos vehículos estacionados en la vía pública, como ocurrió en Castellón o en las proximidades del centro de salud de l’Alcora.

Los destrozos en edificios también fueron constantes en municipios como l’Acora, Almassora, Llucena o Navajas, donde las rachas de viento causaron graves destrozos en la cubierta del pabellón polideportivo municipal.

Los efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos dieron un total de 47 servicios a lo largo del día, de los que en 41 ocasiones fue preciso la intervención de los mismos, en casi todos los casos para asegurar fachadas de edificios que habían resultado dañadas por la fuerza del viento o por la caída de hasta 27 árboles en un mismo día, según informó el Consorcio Provincial.

Además de la capital castellonense, en la que se registraron 92 incidentes, los municipios de la provincia más afectados por las consecuencias del viento huracanado fueron Orpesa, donde hubo desprendimiento de placas de cerramiento en una plaza de toros portátil, y en l’Alcora, donde destacó la caída de árboles en las proximidades del centro de salud y el derrumbe de parte de un muro de una fábrica de palets.

Otros municipios afectados por las inclemencias atmosféricas ayer fueron Almassora, donde cayó el cerramiento de una vivienda y un pino de enormes dimensiones se precipitó sobre la vía, entre otros sucesos. En Onda, la ventolera se llevó toldos y ventanas. El resto de las principales incidencias se dieron en la Vall d’Uixó, Burriana, Benicarló, Vila-real, Llucena, Cabanes, Cervera del Maestrat, Segorbe, Nules, Jérica, Navajas y Benicàssim. Aunque no se han registrado daños personales, los daños sí fueron importantes en vehículos y en edificios.

Por otra parte, las temperaturas cayeron en apenas unas horas 8 grados en la provincia y fue Castellfort el que marcó la mínima con un grado bajo cero este miércoles.