La manta de nieve y hielo que ha cubierto el interior de Castellón ha tenido y continúa teniendo sus consecuencias.

Ayer fueron los ganaderos de Els Ports quienes reconocieron que están en una situación extrema. “Estamos pasando muchas dificultades, son días muy duros y suerte que esto viene de tanto en tanto o nos veríamos obligados a abandonar el trabajo”, señalaba uno de ellos, Juan José Boix. “Tenemos el máximo de adversidades porque está todo helado, todo el día pendientes de los animales para que puedan comer y beber, rompiendo hielo y acabando muy cansados”, apuntaba, reconociendo que resguardan a las reses parturientas por temor a que mueran --ellas mismas o las crías--.

En Castell de Cabres, los problemas son de agua, puesto que dos de los tres depósitos municipales están congelados y hay problemas de suministro. “Hasta que no vuelvan a subir las temperaturas no podremos evaluar los daños para saber si hay algún reventón en las cañerías”, explicaba la alcaldesa, Mari Paz Querol.

En Morella, la rotura de una tubería ha dañado carrozas del Sexenni. Y, además, los agricultores advierten de que el frío de los últimos día podría llegar a reducir la producción de fruta y almendra. H