BP Oil España inició ayer la parada programada de la refinería, en la que se inspeccionarán las unidades y equipos de la planta con el fin de implantar los últimos avances tecnológicos e incrementar la eficiencia de los procesos. Durante los aproximadamente 44 días que durará la parada se interrumpirá de modo gradual y temporal el funcionamiento de casi todas las unidades de la refinería, ya que estos trabajos solo pueden realizarse cuando las unidades están fuera de servicio.

Esta puesta a punto tendrá un gran impacto en la economía local. Además del personal de la planta --476 trabajadores y 662 contratistas en su operación rutinaria-- BP ha contratado a más de 30 empresas auxiliares, la mayoría de la provincia. En total, en la parada participarán más de 3.000 personas. La actividad laboral adicional comportará más de un millón de horas/hombre.

BP ejecutó su última parada en el 2012. La alta complejidad de las unidades ha exigido un amplio trabajo previo de planificación y programación de protocolos adicionales de seguridad. Además, en los últimos meses ha realizado un plan de formación específico tanto a empleados como a personal externo. Una ejecución segura, con cero accidentes e incidentes, es el objetivo.

En los días iniciales, el vaciado de los equipos requerirán el envío controlado a las antorchas del excedente de gas. Esto puede hacer que en determinados momentos se pueda percibir que las llamas de las antorchas son mayores, algo normal y controlado.

La refinería de Castellón destaca por su seguridad y respeto al medio ambiente, situándose como la mejor de BP y una de las mejores del mundo. Esto se basa en las inversiones, con más de mil millones en 14 años.