Los datos de la DGT muestran que en la provincia, en la actualidad, hay matriculados 4.236 vehículos de más de 3.500 kilos, es decir, camiones. De ellos, aproximadamente el 95% utiliza el gasóleo como combustible, por lo que sus usuarios serían los más perjudicados ante un futuro gravamen. «De ponerse en marcha una medida en este sentido, seguro que habría movilizaciones en el colectivo, ya que trabajan con márgenes de beneficios muy ajustados», vaticina el secretario general de la Asociación Castellonense para el Transporte de Mercancías, Javier Zaldívar.

«Como eslogan, la oposición al diésel vende mucho, pero sin consensuar este tipo de políticas con la Unión Europea, me parece aventurado sugerir estas medidas», añade.

De momento, no existe una alternativa clara para los camioneros en lo que al uso de otro tipo de combustible se refiere: «Hay unos pocos que están empezando a usar el gas natural e incluso vehículos eléctricos o híbridos, pero son casos aislados».

ayudas // En este sentido, Zaldívar anima a la administración a poner en marcha medidas que faciliten una transición menos traumática. «Si quieren erradicar el diésel, perfecto, pero que den ayudas para que el gas natural se imponga. Ahora, este tipo de carburante tiene poca autonomía y es impensable hacer trayectos largos por falta de puntos de recarga», detalla Zaldívar.

En una situación parecida se encuentran los propietarios de autobuses, un vehículo que también cubre grandes distancias y que utiliza el gasóleo de forma mayoritaria: 483 de los 527 que hay matriculados en Castellón. También entre los tractores industriales el diésel es prácticamente la única opción.

menos afección // Una problemática que, en cambio, no afectará tanto a los usuarios de ciclomotores y motocicletas, ya que la utilización de este combustible está mucho más restringida.