Gastos los justos y necesarios e inversiones empresariales las mínimas. Aunque en sectores como la hostelería, el comercio y la automoción empiezan a hablar de una cierta reactivación del consumo, los datos oficiales demuestran que familias y empresas siguen con su política de austeridad. Y para muestra, Castellón. El dinero que los hogares y las empresas de la provincia tienen depositados en las entidades financieras sigue creciendo. Y lo hace por noveno trimestre consecutivo alcanzando cifras superiores a las registradas en el 2007, con pleno empleo y también en plena vorágine consumista.

Los últimos datos del Banco de España (referentes a junio de este mismo año) revelan que las familias y las empresas de la provincia guardan en los bancos 12.025 millones de euros, una cantidad un 6% más alta que la registrada hace justo un año, cuando se contabilizaron 11.832 millones.

Aunque es verdad que en los años más duros de la recesión, las familias y empresas de la provincia se comieron parte de sus ahorros (entre septiembre del 2011 y septiembre del 2012 particulares y compañías retiraron de los bancos casi mil millones de euros), lo cierto es que en el último año la capacidad de ahorro ha vuelto a aumentar en Castellón.

Que crezca el ahorro en Castellón tiene una doble interpretación. Una es positiva y la otra negativa. Por un lado, si las familias son capaces de meter más dinero en el banco significa que su situación o la situación de una parte de ellas está mejorando, como también parecen apuntar otros indicadores, como la caída del paro. Por el otro, el hecho de que prefieran ahorrar antes que gastar esos euros y consumir indica, según los analistas, que no se acaba de confiar en que la economía se recupere definitivamente y se opta, mayoritariamente, por reservar parte de lo que se gana por si se produce una recaída.

Pero, ¿cómo se reparten los ahorros de los hogares de Castellón? Un 25% de los 11.833 millones (3.018 en números absolutos) está en las cuentas de ahorro, es decir, la tradicional libreta en la que tenemos la nómina y los recibos. Otros 1.795 se encuentran en cuentas corrientes (las que te permiten hacer lo mismo que las de ahorro pero, además, disponer de un talonario de cheques) y el grueso de los ahorros (el 60% del total) se encuentra repartido en los depósitos a plazo, más remunerados que las cuentas, pero cuyo dinero no se puede disponer hasta el vencimiento del plazo y se penaliza la cancelación anticipada. Y a pesar del escaso rendimiento de este producto, los castellonenses tienen 7.213 millones en depósitos. H