Una mayor esperanza de vida, que no deja de crecer; el envejecimiento de la población, muy acusado, sobre todo en el interior de la provincia; la reducción del número de habitantes en edad de trabajar; y la abultada tasa de paro, han llevado a que más de la mitad de los ciudadanos sea dependiente en Castellón, en una proporción que se eleva año a año. La estadística de movimiento natural de población publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace escasos días refleja que el 53% de la población castellonense es inactiva --en este colectivo se engloban los mayores de 64 años y menores de 16--, casi un punto por encima de la media nacional (52,1%) y más alta que la de Valencia (52,6%). En relación con Alicante, la otra provincia de la Comunitat, el indicador es 1,1 puntos más favorable, pero se trata de una zona con una elevada presencia de jubilados.

más los parados // El dato resulta preocupante, no solo porque más de la mitad de la población, la no activa, depende del resto para vivir, sino porque en realidad la cifra es aún mayor si se tiene en cuenta el alto índice de paro --48.800 desempleados--, muchos de ellos sin subsidio ni derecho a la renta mínima.

Otras cifras que revela el análisis de las estadísticas del INE son también poco alentadoras. En el año 2008, primero de la larga crisis, la tasa de dependencia era en Castellón del 46%, una proporción que no ha dejado de crecer, un punto por ejercicio, hasta alcanzar el índice actual del 53%.

El secretario general de UGT en Castellón, Tino Calero, valora que la negativa evolución en la proporción de personas que dependen de otras para vivir “influye el envejecimiento de la población, pero también la salida de mucha gente del mercado laboral”. Matiza que, además, ha sido una salida “muy intensa y muy rápida”.

Calero entiende que es preciso tener en cuenta también el incremento del número de castellonenses que “han perdido la esperanza de encontrar trabajo, después de tratar de hallarlo durante mucho tiempo, y ya no buscan, lo que tiene como consecuencia que no solo no crezca el volumen de población activa, sino que cada vez es más reducido”. H