La Dirección General de Tráfico (DGT) ha elevado a 29 los tramos identificados como peligrosos en la provincia de Castellón y ha anunciado más radares móviles para reducir la siniestralidad vial.

Así lo comunicó ayer el organismo, tras hacer público el nuevo listado de los intervalos que registran un alto índice de incidentes en carretera. El aumento de los accidentes de tráfico, la gravedad de los mismos y los excesos de velocidad registrados este verano han provocado que se sumen a la lista tres nuevos sectores, según confirmaron a este diario investigadores de Seguridad Vial de la DGT en la provincia.

Las nuevas incorporaciones se corresponden con sendos tramos de la N-232 en la parte norte de Morella, en el límite de la provincia; y a la distancia comprendida entre Orpesa y Torreblanca-Alcalà de Xivert por la nacional 340.

Los otros 26 puntos peligrosos señalados en el mapa por la DGT no son nuevos. Distintos tramos de la CV-10, CV-128, N-232, N-340, CV-13 ó N-238, entre otros viales, completan la lista negra provincial. Para frenar la siniestralidad en las carreteras, Tráfico ha anunciado que incrementará los radares móviles, que hasta la fecha son 30 en Castellón, según datos de la DGT. Además, existen otros 12 de carácter fijo, repartidos por distintos puntos de la provincia.

En el marco del plan integral de vigilancia, los agentes pueden dar el alto a un conductor sorprendido cometiendo una infracción de exceso de velocidad e, incluso, practicarle los test que consideren necesarios para determinar si circula bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Asimismo, los efectivos tienen la potestad para revisar la documentación del vehículo y del conductor para comprobar si tiene carné, la ITV aprobada y si el seguro del turismo está en regla.

Los radares móviles no estarán ocultos para los conductores, de modo que su presencia servirá para disuadir y prevenir. Y es que la finalidad de la DGT es la de, a través de la intensificación de la vigilancia y los controles, lograr que se respeten los límites. Según recalcan, la denuncia no es, en ningún caso, el objetivo final.

Entre los meses de julio y septiembre de este año, una de cada tres víctimas mortales en accidentes de tráfico en España falleció en tramos identificados como peligrosos. En Castellón, ocho personas murieron en julio y agosto en las carreteras, dos de ellas en la N-232, en Traiguera, uno de los puntos señalados. H