La condición de ser mujer y la de haber nacido en Castellón han marcado mi vida y mi obra. No se comprende mi producción musical y pictórica sin estas ligazones". La compositora Matilde Salvador agradecía así ayer su elección como Mujer del Año a propuesta de la concejalía de la Mujer y las asociaciones feministas de la ciudad.

Nació en 1918, en una época en la que el papel de la mujer se reducía al desarrollo de las tareas domésticas. Pero su talante constante, su decisión y apasionamiento la convirtieron en símbolo de la identidad cultural castellonense y colaboradora incansable de todas las actividades representativas de nuestra cultura.

Un 31 de marzo de 1943 en el Teatro Principal, se estrenó su ópera La filla del Rei Barbut. Después sobrevendría Vinatea, en 1974. Entre medio compuso cuatro ballets (1953, 1955, 1956 y 1958). En su haber figuran además 24 ciclos de conciertos para voz y piano y 50 obras para coro. No se puede olvidar su Misa de Lledó; el Perot; y la cantata Les hores. Todos estos méritos la avalan como Dona de l´any 2004.

En su homenaje se destacó su "extraordinaria contribución a la música vocal, sin parangón en nuestra cultura". No en vano, ha recibido también el cargo de Hija Predilecta de la Ciudad y la Alta Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat.

Fue descrita por José Luis Gimeno, alcalde de Castellón, como "mujer de Castellón, luchadora. Nunca ha sentido complejo de inferioridad y supone un ejemplo para todos".

Ayer también, con motivo del Día de la Mujer Trabajadora se presentó en el Centro Cultural Las Aulas el libro que retrata a Pintoras de Castellón de los años 1900-1936.