Casi todas las mujeres víctimas de violencia de género acuden a su centro de salud como mínimo un año antes de ser diagnosticadas. Consultan a su médico de cabecera por trastornos como migrañas, dolores musculares o insomnio. El 80% sufren otras enfermedades asociadas y la mitad toma psicofármacos. Son solo algunas conclusiones de un estudio de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), en el que se destaca que los médicos pueden ser el primer peldaño de una empinada escalera que conduce a una vida sin golpes e insultos.

Preguntas tan inocentes como ¿qué tal en casa? pueden ser fundamentales para que el médico empiece a descubrir que algo en la vida de su paciente no va bien. Que calla toda una retaíla de insultos, que la violencia y los malos modos hace tiempo que se adueñaron de su casa. Esa misma pregunta, y muchas más, la formularon en el 2015 los sanitarios de Castellón y la repitieron hasta 2.417 veces. Porque el año pasado casi 2.500 mujeres de la provincia contestaron en sus centros de salud y hospitales a un cuestionarios sobre violencia doméstica. ¿El resultado? 104 casos de malos tratos descubiertos, dos a la semana, según datos de la Conselleria de Sanitat. En la Comunitat, se realizaron entrevistas a 29.501 pacientes y se detectaron 1.231 víctimas de violencia.

Esas casi 2.500 entrevistas que se realizaron el año pasado en Castellón se van a multiplicar este año. En noviembre del 2015, coincidiendo con la celebración del Día Internacional contra la Violencia de Género, la consellera Carmen Montón anunció la puesta en marcha de una campaña permanente de sensibilización y actuación de los centros sanitarios. Se estableció una guía rápida del protocolo de atención contra la violencia de género por parte de los profesionales sanitarios y se distribuyeron folletos con pautas de autoevaluación para promover que las mujeres víctimas de violencia física o psíquica pidan ayuda especializada.

UNA LACRA QUE NO CESA // Los sanitarios descruzan los brazos para intentar frenar un tipo de terrorismo que sigue sin dar tregua. Solo en el segundo trimestre del año se contabilizaron en Castellón 423 delitos por malos tratos, un 18% más que el mismo periodo del año anterior, cuando fueron 348. Es uno de los datos extraídos del balance del segundo trimestre del 2016 del Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en una tendencia al alza que se deja ver también en el número de denuncias, que aumentan un 9% de año a año, de 390 a 428.

Con los datos en la mano, y rompiendo una tónica lineal en los últimos cursos judiciales, la provincia denuncia más, y son también más los agresores que llegan al juzgado y se sientan en el banquillo por maltrato, 67 frente a 63, con un porcentaje de condenas que llega al 88%, seis puntos por encima del 2015. Eso quiere decir que se imponen penas a 9 de cada 10 maltratadores. El Observatorio denota, además, un cambio en el perfil del agresor. Si en el segundo trimestre del 2015 eran principalmente ex, este año son, sobre todo, parejas sentimentales, sin distinguir entre maridos o novios.