La tónica general en toda la provincia es el descenso en las bajas de los vehículos en los ayuntamientos, motivada fundamentalmente por la crisis. Como publicó Mediterráneo, agentes de la Policía Local de Vila-real retiraron en el 2013 150 vehículos abandonados, un 40% menos que en el año anterior, cuando se abrieron un total de 257 expedientes administrativos por este motivo.

La Policía Local de Vila-real argumentaba como motivo de este cambio de tendencia al auge en las actividades de los desguaces y a la crisis económica. Lo normal era que, año tras año, aumentara el número de vehículos que sus propietarios dejaban en la calle al albur del primero que pasaba.

Pero, también en otros ayuntamientos se da este descenso. En la Vall d’Uixó, las bajas en el 2013 fueron 338 frente a los 620 del 2012, según las cifras facilitadas por el consistorio. En Burriana, hasta el 31 de diciembre del 2013, las bajas fueron 1.969, cuando un año antes fueron 2.100. Otra situación similar de reducción de los expedientes administrativos municipales relativos a las bajas de los coches lo tenemos en Benicarló, donde en el 2013 se anularon en las dependencias del consistorio 1.785 turismos, que contrasta con los 1.898 dados de baja un año antes. H