Los usuarios de la autovía del Mediterráneo todavía tendrán que esperar varias semanas para ver cómo acaban las obras en la variante de la Vall d’Uixó. Eso sí, al menos estos días no sufren el corte de un sentido de la circulación para llevar a cabo los trabajos. Y es que la meteorología adversa ha retrasado al menos dos semanas la última parte de las actividades para la mejora del firme de la carretera, según han confirmado a este diario fuentes de la Demarcación de Carreteras del Estado en la Comunitat Valenciana.

De esta manera, aunque según la planificación del Ministerio de Fomento hoy ya deberían estar en servicio las dos calzadas de la A-7 tras finalizar las obras de mejora, esto no es así. Ello se debe a que en los últimos días no se han podido ejecutar los trabajos para disponer la última capa de asfalto en la calzada en sentido Castellón debido a la meteorología.

Desde la Demarcación de Carreteras señalan que se necesitan «seis días de tiempo estable» para llevar a cabo los trabajos. Es decir, «sin que llueva, viento ni frío». Y como esto no se ha producido en la última semana no se ha podido disponer el asfalto, pintar las marcas viales y adecuar las juntas de dilatación de los viaductos, los últimos trabajos que restan por ejecutar en la calzada en sentido norte.

¿en cevisama? // De hecho, como se espera que estos días llueva, durante la semana próxima tampoco se podrán materializar estas obras. Así que actualmente no hay fecha prevista para ejecutarlas y será «a finales de la semana que viene» cuando se decidirá si es posible ejecutar los trabajos en la semana siguiente, lo que haría coincidir las labores con la celebración de Cevisama, un aspecto que al parecer todavía no se ha abordado y que complicaría en gran medida el desplazamiento de la gran cantidad de castellonenses que participarán en la feria azulejera en Valencia.

De esta manera, es probable que tampoco sea entonces cuando se lleven a cabo las actuaciones que pondrán punto y final a unas obras que alzaron una gran polémica cuando se iniciaron, en octubre. El hecho de que el Ministerio de Fomento tan solo dispusiese la N-340 como carreteras alternativa para evitar el corte de la circulación de uno de los dos carriles de la autovía motivó las protestas de usuarios, ayuntamientos y la Generalitat, que solicitaron la apertura de la autopista AP-7, al menos para los camiones, para evitar los colapsos en la autovía, que se han repetido durante los meses en que se vienen ejecutando la obra.