Miles de graueros participaron ayer en el tradicional desfile de peñas en la calle Canalejas, que dio paso a un encierro taurino que se celebró sin incidencias reseñables tras el susto del pasado sábado, cuando dos jóvenes sufrieron rotura de tabique nasal y quemaduras leves en una pierna. Los astados de las ganaderías de Jaralta y De Corbacho Grande, patrocinados por la Penya 1001 y la Penya el Bou, dos de las más veteranas del Grao, dieron un buen juego a los aficionados en el recinto.

La jornada festera arrancó a primera hora con la clásica despertà, que ayer correspondió a los miembros de la Penya el Bou, quienes cogieron el testigo de la Colla l’Arrastre. Las reinas de las fiestas, Sara Cambronero y Patricia Santacatalina, se dejaron ver a mediodía con sus respectivas cortes de honor en la residencia militar La Plana, donde visitaron a todos sus usuarios. Casi a la misma hora, las vaquillas de la ganadería de Armando Beltrán (Sant Mateu) ofrecían ratos de diversión en el recinto de cadafals con una vistosa entrada.

Por la tarde, previamente a la entrada de toros patrocinada por las penyas el Bou y 1.001, se celebró el XXV concurso de ganaderías Trofeo Sant Pere, con los astados de la ganadería de Dani Machancoses (Picassent).

Si el desfile congregó a miles de graueros en las calles del centro, también fue muy concurrida la degustación de figues albardaes, bunyols y mistela en el local de la Penya Els de Sempre.

La jornada festiva en honor a Sant Pere concluyó con la cena de reinas a la que asistió el alcalde, Alberto Fabra, y la representación de la obra Billete a vida nueva, a cargo del Grup de Teatre l’Armelar, patrocinada por la Fundación Dávalos Fletcher. H