Tirorí, tirorí, senyor rei jo estic ací; palla i garrofes, tot per al seu rossí, casques i avellanes, tot per a mi. Esta fue la canción que más veces y más fuerte se escuchó a lo largo de los alrededor de dos kilómetros de recorrido de la tradicional Cavalcada de Reis de Vila-real, la más antigua de la provincia con 90 años de historia y declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial.

Cientos de niños, y también mayores, entonaron la popular melodía que los Reyes Magos reclamaban reiteradamente durante el desfile organizado por la Joventut Antoniana, con la colaboración del Ayuntamiento. Un tirorí que resonó más fuerte con la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar a la plaza Major. Allí, una representación municipal encabezada por el alcalde, José Benlloch, recibió con todos los honores a los de Oriente que se dirigieron a los presentes, especialmente a los más pequeños.

Como curiosidad, una de las carrozas conmemoraba los 90 años del desfile, y el centenario de la Joventut Antoniana. Sonrisas, brazos en alto y caras de emoción caracterizaron una cabalgata en la que participaron unos 500 voluntarios que, de nuevo, no se quisieron perder la ocasión de acompañar a los Reyes Magos y ayudarles en su multitudinario recorrido por las calles de la ciudad, que arrancó en la avenida Pius XII para acabar en el principal ágora de Vila-real.