Javier Moliner sacó pecho ayer de los primeros 100 días de su segundo mandato como presidente de la Diputación e hizo un recorrido por las actuaciones y la gestión de su equipo para poner en valor la utilidad de la institución “que está mejorando la calidad de vida de los castellonenses”.

Acompañado por su equipo de gobierno, Moliner desgranó ante la prensa las iniciativas que, según apuntó, han convertido a la institución en la columna vertebral de la provincia. El dirigente aseveró que sus diputados “no han perdido el tiempo” desde las pasadas elecciones municipales y señaló que la base de su trabajo es la transparencia y la cercanía a los 135 municipios.

Como ejemplos del papel jugado por la Diputación destacó la puesta en marcha del plan contra los mosquitos en toda la provincia, asumir el coste del acelerador lineal para el Hospital Provincial --“ante la falta de compromiso de la Generalitat”-- o sumarse --“pese a la falta de lealtad”-- al plan de ayudas a los libros escolares”.

El presidente provincial incidió una y otra vez a lo largo de su intervención que una de sus preocupaciones en estas semanas ha sido optimizar su gestión “con el objetivo final de ser más útil a la provincia de Castellón”.

Durante el repaso de las acciones ejecutadas desde que revalidó el cargo apeló a la “respuesta urgente” dada a los municipios y a las iniciativas encaminadas al desarrollo económico y a la creación de empleo. Sobre este último punto declaró que se ha propiciado la contratación de 400 personas en Castellón. Además, indicó que la Diputación ha resuelto las subvenciones dirigidas a 100 ayuntamientos como parte del Plan de Empleo Conjunto, “además de ser un aliado necesario para el tejido empresarial con todo tipo de acciones”. H