Pasaban escasos minutos de las 19.00 horas cuando los primeros pajes de los Reyes Magos de Oriente hacían entrada por las majestuosas torres de San Miguel de Morella. Entre fuegos artificiales, los magos de Oriente entraron en la ciudad amurallada donde fueron recibidos por las autoridades municipales y cientos de vecinos y visitantes que no quisieron perderse la mágica cita anual.

Más de cien ayudantes formaban la comitiva real entre pajes, odaliscas y grandes chamberlaines. Los reyes recorrieron las principales calles de la localidad hasta llegar a la casa consistorial. Desde el balcón, Melchor, Gaspar y Baltasar, pronunciaron sus respectivos discursos y saludaron a los más pequeños. Seguidamente la comitiva siguió el recorrido hasta la iglesia arciprestal donde, tras adorar al niño Jesús, repartieron regalos entre los más pequeños.

Entre los ayudantes reales, destaca un grupo de élite, que mediante alargadas escaleras suben a los balcones y entregan a los niños los regalos. Este es uno de los hechos más característicos del cortejo morellano.

AMISTAD // Este año, los Reyes escondían una bonita historia de amistad. Y es que Ximo Puig, vecino de Morella y president de la Generalitat valenciana presentaba un asombroso parecido con el rey Gaspar este año.

Los amigos de Puig son los encargados de organizar la cabalgata de Reyes desde hace décadas. Este año, y aprovechando que su amigo es el máximo mandatario del Palau de la Generalitat, les hacía especial ilusión que viviera intensamente la cabalgata. El president, comentaba lo emocionante y especial que es parecerse a uno de los personajes que más ilusión crean en la noche de Reyes. «Es una gran ilusión ayudar en Morella porque la cabalgata de Reyes Magos es de las fiestas más bonitas que existe». «Tiene una magia que contagian los niños a los mayores, para vivir con una gran alegría un momento en el que lo más importante es pensar que todo es posible».