Los funcionarios de educación, sanidad y justicia, alentados por los sindicatos, tomaron ayer las calles del centro de Castellón para protestar contra los recortes que recoge el decreto-ley 1/2012 aprobado por el Consell el 5 de enero. Las agrupaciones sindicales convocantes cifraron la asistencia en 30.000 personas (100.000 salieron en Valencia y 50.000 en Alicante), comparándola a la protesta por la guerra de Irak, mientras que la Policía Local rebajó el número a 10.000. A los trabajadores de los servicios públicos --profesores, médicos y enfermeros (algunos ataviados con sus batas de trabajo), jueces y abogados-- se sumaron estudiantes de todas las edades y familias enteras, además de políticos del PSOE, EU o Compromís, que desbordaron las previsiones de la organización, llegando al final del recorrido, sobre las 20.00 horas, cuando la cola de la protesta todavía esperaba en la plaza de las Aulas, donde habían sido convocados a las 18.30 horas.

Los manifestantes colapsaron las céntricas calles de la capital, desde las Aulas, pasando por San Luis, Enmedio, plaza del Sol y Mayor, donde hicieron una estratégica parada frente a la Casa dels Caragols, pidiendo a gritos la dimisión del conseller de Hacienda, José Manuel Vela. Después, aunque no estaba previsto, siguieron hasta la Subdelegación del Gobierno, donde se leyó un manifiesto en el que se calificó el plan de ajustes como “una nueva agresión al personal del sector público y a los servicios que se prestan. Es el mayor ataque de la historia, ninguna otra comunidad lo ha realizado con este alcance, por lo que solo nos queda contestar de forma contundente y conjunta a esta agresión”.

El No a los recortes impreso en la pancarta que encabezaba la marcha --sujetada por los máximos representantes de los sindicatos, como Laureà Puig (UGT) o Amalio Palacios (CCOO)-- se repitió en innumerables pancartas a lo largo del recorrido, junto a mensajes como Los funcionarios pagan el despilfarro de los otros, Por una escuela pública de calidad, Tu botín es mi crisis o Os tiraría huevos, pero no hay, de alumnos de la Escuela de Hostelería de Castellón. Los pitidos fueron la banda sonora del trayecto, mientras un vehículo no dejaba de radiar la canción Resistiré o frases como Gastos militares, para escuelas y hospitales o Queremos un futuro y no nos dáis un duro.

VALORACIONES // El responsable de Educación de UGT, Laureà Puig, valoró que la comunidad educativa “se ha volcado y han participado padres, alumnos y profesores de toda la provincia, al venir autobuses de Onda, Vinaròs, Benicarló o la Vall”. Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Castellón, José Antonio Herranz, aseguró que el decreto “hace que los profesionales nos sintamos incómodos y va a hacer que los ciudadanos vean recortados sus derechos”. Estos recortes, insistió, “no han afectado aún a la calidad de la sanidad, pero es un riesgo y los profesionales denunciamos y denunciaremos”. H