Los ocho municipios de la provincia que cuentan con más de 20.000 habitantes también albergarán actuaciones de los Planes de Obras y Servicios (Poys) de la Diputación. Lo harán después de que inicialmente se quedasen fuera de las bases que la corporación provincial aprobó en el pleno y mediante una modificación que el equipo de gobierno pactó con Compromís (y de lo que se vanaglorió esta formación). Tras su paso el pasado martes por sesión plenaria, las nuevas bases establecerán que se podrán llevar a cabo obras “en pedanías o núcleos poblacionales diseminados” de las localidades más grandes.

De todas formas, esto no satisface a los alcaldes de estos municipios (Castellón, Vila-real, Almassora, Burriana, la Vall d’Uixó, Onda, Benicarló y Vinaròs), que ayer firmaron un manifiesto para pedir al presidente de la Diputación, Javier Moliner Gargallo, un cambio mayor en las bases, de forma que sean más “claras”, al estilo de otras diputaciones, señaló el portavoz del PSPV-PSOE en la institución, José Benlloch.

Reclaman así estas localidades (la mayoría regidas por los socialistas y ninguna por el PP) mayor libertad para ejecutar obras con los 7,8 millones presupuestados por la Diputación para los Poys.

En cambio, el vicepresidente y portavoz del PP, Vicent Sales, señaló que, al incluir a los núcleos diseminados, los municipios más grandes “se van a beneficiar más” de los Poys al poder incluir obras en función de cuantos núcleos diseminados tengan. Esto encontró respuesta en los alcaldes. José Benlloch afirmó que puede haber “un tremendo problema”, dado que no está definido qué es un “núcleo diseminado”. Sobre ello, el alcalde de Vinaròs, Enric Pla, señaló que el único que existe en la localidad es “el Castor”. H