Los mosquitos no son solo cuestión del verano. La premisa de que los incendios se previenen en invierno también se puede aplicar a esta problemática. Y es que su molesta proliferación abarca cada vez más meses del año. Ante este hecho, los municipios de la provincia de Castellón, sabedores de que no se pueden bajar la guardia, se han puesto las pilas y contemplan controles desde enero a diciembre. Esta es la principal recomendación de los expertos a la hora de prevenir la molesta plaga, que suele acechar con fuerza a las localidades costeras.

A pesar de estar en pleno invierno, el pasado mes de enero, debido a las elevadas temperaturas (que llegaron a rozar los 26 grados) ya hubo una actividad incipiente del mosquito común en algunos puntos localizados de zona de marjal. Es el caso de Almenara, Moncofa, Nules, Torreblanca o Cabanes, según explica el responsable de la empresa experta en el control de plagas Lokímica, Rubén Bueno, quien resalta que la vigilancia durante el invierno resulta clave a la hora de prevenir posibles focos.

la actividad se adelanta // «En los últimos años estamos viendo un poco más de actividad durante estas fechas», indica Bueno, al tiempo que resalta la mayor concienciación de los ayuntamientos a este respecto.

Esta idea la comparte Mauricio García de Stop Plagas, empresa que actúa en localidades como Vila-real, Orpesa o les Alqueries. «En enero empezamos ya con la colocación de trampas y revisión de los imbornales», detalla.

Desde el Ayuntamiento de Castellón aseguran que los tratamientos contra los mosquitos se realizan todo el año con prospecciones continuas y repetidas sobre los focos catalogados. El presupuesto es de 75.000 euros.

Por su parte, Burriana ya efectúa revisiones e informes. «Si se detectase presencia, se haría tratamiento», aseguran desde el consistorio. El contrato del año pasado era de 15.900 euros y este ejercicio sube a los 24.000 euros.

Cantidad similar a la que invierte Almassora, que destina 21.000 euros a este capítulo. En la localidad ya han empezado las prospecciones de larvas de mosquitos para evitar que los insectos se desarrollen una vez finalizada la temporada de frío. Los trabajos se centran en la zona del paraje de Santa Quitèria.

En esta línea, Benicàssim, Vila-real, Torreblanca, Cabanes Moncofa o Almenara siguen con los controles, ya que los alargan durante todo el año. Ante el hecho de que pueda registrarse una plaga e incrementar los tratamientos, por ejemplo, el Ayuntamiento de Nules cuenta con una cantidad extra por si se diera algún caso puntual de tener que realizar alguna técnica específica que no se contemple en el contrato.

Y es que los consistorios de la provincia buscan evitar que, en los meses de más calor, eclosionen los mosquitos de forma masiva y se produzca la temida plaga. El problema que se detectó el pasado año tenía que ver con la efectividad de las medidas combativas, ya que mientras se actuaba no cesaban las quejas vecinales en la franja litoral.