El distrito marítimo de Castellón amaneció ayer temprano, con una animada despertà, que sirvió de prolegómeno a la segunda jornada en honor a Sant Pere. La actuación de Con mucho hielo, acto patrocinado por la peña 1001 y en el que no faltó el rebujito, dio el pistoletazo de salida a un intenso día, que continuó con una paella organizada por la Asociación de Jubilados La Panderola para todos los socios. Y ya bien entrada la tarde, las calles del Grao se llenaron con el ya tradicional desfile de peñas y collas hasta el corazón taurino del distrito marítimo, el recinto de la vila.

Allí, los espectadores pudieron disfrutar de la entrada de toros de la ganadería Palha y los más valientes salieron a la plaza para lucirse ante el animal. En un recinto taurino abarrotado, no han faltado los sustos estos dos días. Durante la exhibición matinal, un joven de 20 años fue embestido y lanzado al aire en dos ocasiones. Afortunadamente, no se lamentaron daños mayores, como tampoco en los dos incidentes que se produjeron durante la madrugada del sábado, en la embolada. Un turista holandés fue enganchado por el astado con la palomilla de la bola y esta le lastimó el tobillo. Esa misma noche, un espectador que se encontraba en el interior de un cadafal fue quemado en uno de los ojos. Ninguno sufrió heridas graves.

Y mientras los aficionados taurinos se entretenían ayer en la exhibición de la tarde, los más mayores del Grao pasaron una amena velada al aire libre, donde los protagonistas fueron, sin duda, el ritmo y los bailes más clásicos. Y es que la música ocupó gran parte de la noche del puerto pesquero, que calentó motores en La Pacheca, con la actuación de Amor de Madre-Dr. Funkenstein. Y ya pasada la medianoche, el esperado Carlos Jean se subió al escenario para demostrar por qué es un reputado dj.

El Grao celebrará hoy el día grande de sus fiestas, con una multitudinaria y emotiva jornada dedicada a Sant Pere. H