No ha podido ser. Finalmente no será el fondo de inversión norteamericano Tensile Capital, que recientemente también ha adquirido la mayoría del accionariado de Keraben, el que se quede con la histórica firma Taulell, más conocida como TAU. Ahora, la propiedad de la azulejera con sede en Castellón capital seguirá estudiando otras seis ofertas que tiene sobre la mesa, como ya informó Mediterráneo hace un par de semanas.

Según ha podido saber este rotativo, la posibilidad de cerrar un acuerdo entre el fondo de capital riesgo con sede en San Francisco (California) y la propiedad de TAU se da por “concluida sin éxito”. Al menos, a día de hoy, pese a que era de todas las opciones la que parecía que tenía más ventaja frente al resto. Los motivos que han impedido el cierre de la compra son, según fuentes bien conocedoras de la operación, “la indefinición del fondo americano respecto al modelo de operación a realizar y la propia necesidad de digerir la reciente adquisición de Keraben”, lo que “ha impedido” la presentación de una oferta, “todo ello a pesar de la buena voluntad de todas las partes”, caso de las entidades financieras, trabajadores, proveedores y socios”. Especialmente para las entidades financieras, que son ahora las que más urgen a que se acuerde a la venta de la compañía, puesto que vence el crédito sindicado que TAU tenía abierto y que, a todas luces, ahora resulta imposible devolver. Para los bancos acreedores, la operación entre Tensile y Taulell iba a conformar un potente grupo cerámico que permitiría reforzar las posiciones de ambas compañías, al tiempo que se propiciaba la concentración sectorial.

Ahora, la principal preocupación, según fuentes laborales de TAU, es la continuidad de las 180 personas que quedan en plantilla --llegó a emplear a casi un millar de trabajadores--, puesto que el objetivo es “normalizar” y, a la vez, “asegurar” su puesto de trabajo. H