El área comercial de la embajada de España en Tokio informó ayer de que ha iniciado las negociaciones para facilitar la apertura real del mercado nipón a las exportaciones españolas de cítricos y, por tanto, castellonenses, a través de la rebaja de las restricciones fitosanitarias ahora vigentes.

Las peticiones que están sobre la mesa de las autoridades japonesas está la propuesta de que acepten como válido el dictamen de la inspección sanitaria para garantizar de que la fruta que se envíe se encuentra libre de plagas. Igualmente, se ha solicitado que se reduzca la temperatura mínima a la que ahora están obligadas las expediciones a Japón, factor que eleva el coste de modo, junto con el anterior, que hace imposible la exportación.

En relación con estas negociaciones, que abren la posibilidad a las empresas castellonenses de entrar en un mercado lejano pero altamente selectivo y con capacidad para afrontar precios elevados, el president de la Generalitat, Ximo Puig valoró que el acuerdo actual «resulta imposible de cumplir», y dijo que la negociación «tiene que acabar con un cambio de las condiciones actuales o de actitud». Según Puig: «Todo lo que tiene que ver con las exportaciones del sector agroalimentario es fundamental».