“En un momento complicado como el actual era cuando más necesaria se hacía nuestra presencia aquí”. “No tenemos miedo, pese a que la situación es realmente cruel para el pueblo palestino”. Son las impresiones del vila-realense Adrián Casabó en su día a día en Belén, en una de las zonas más inestables actualmente de Oriente Próximo. Con el fuego cruzado entre israelís y palestinos de fondo, el joven, que participa en una expedición organizada por Cáritas España y Cáritas Jerusalén, no dudo en hacer las maletas para prestar su ayuda a un grupo de jóvenes palestinos de la parroquia de Beit Jala y sus familias “que nos han acogido de forma excepcional y están haciendo que nuestra estancia aquí sea maravillosa”. Casabó está de paso, pero vive muy de cerca el conflicto y con gran preocupación. “Creo que la convivencia diaria con los palestinos es la mejor forma de conocer cuáles son sus problemas, sus inquietudes, sus preocupaciones, pero también sus sueños e ilusiones”. “Si algo me ha sorprendido es la esperanza con la que afrontan la vida, a pesar de las numerosas injusticias y desigualdades a las que están sometidos por la ocupación del estado de Israel. Me gustaría quedarme por más tiempo aquí, pero ya faltan solo unos días para volver a España”, reconoce.

Hoy, la plaza María Agustina de Castellón volverá a acoger una nueva manifestación en defensa del pueblo palestino. Será a partir de las 19.30 horas. H