El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra Part, confío en él para poder gestionar la difícil combinación de ahorrar y ser eficiente en una materia tan sensible como es la sanidad. Manuel Llombart no lo dudó y aceptó el reto de dirigir la Conselleria de Sanidad en un momento de turbulencias y controvertidas reformas. Él defiende en un mensaje tranquilizador que, pese a la crisis, siempre habrá recursos para atender a un paciente. Otro de los retos que le dejó su antecesor, Luis Rosado, ha sido ganarse a colectivos como los farmacéuticos, que ya le han mostrado esta misma semana su voto de confianza a la espera de cobrar la deuda.

-Cuando usted llegó tenía el encargo del presidente Alberto Fabra de reformar el sistema sanitario valenciano para hacerlo sostenible. ¿Qué reformas ha hecho para lograr reducir costes?

-Estamos llevando a cabo una importante labor en la política de concursos, licitando los servicios no sanitarios (seguridad, lavandería, hostelería…) por unos precios entre un 15 y un 20% por debajo del coste actual. Otro gran ahorro es el que estamos obteniendo con las políticas farmacéuticas. Estimamos que la aplicación de este decreto-ley permitirá ahorrar a la Comunitat valenciana unos 300 millones de euros anuales.

-Las medidas de ahorro anunciadas por usted cuando llegó parecían quedarse cortas con la gran reforma privatizadora que anunció su antecesor Luis Rosado. ¿Qué le ha frenado?

-Hemos estudiado las diferentes medidas propuestas por el anterior equipo directivo y hemos priorizado aquellas con mejor coste de oportunidad, es decir, aquellas cuya implantación supone menor esfuerzo y mayor ahorro. Se trata de adaptar las propuestas del anterior equipo al momento actual. Otras medidas, como el apoyo en la gestión con gestorías externas, se han descartado porque creemos que nuestros propios profesionales conocen perfectamente el funcionamiento interno de los centros y las posibles áreas de mejora.

-¿Es factible con las arcas autonómicas actuales seguir prestando un servicio público sanitario como el de antes de la crisis?

-Es nuestro objetivo, sin duda, y así lo estamos haciendo.

-Unos planes de ahorro que han supuesto la centralización de la gestión de Emergencias en el 112. Llevándose el servicio de gestión del CICU de Castellón. ¿Tomó usted esta decisión? ¿Se sorprendió de la dimisión del doctor Ortiz, al frente del servicio, por su postura contraria?

-Esta medida se aprobó el año pasado, dentro del programa Cap Avant y la estamos llevando a cabo. Respetamos su decisión.

-Médicos, enfermeros y personal advierten de graves fallos con el nuevo modelo de Emergencias, así como alertan de que aumenta el tiempo de espera. ¿Qué van a hacer ustedes para remediar esta situación?

-Los cambios siempre generan cierta resistencia, pero la realidad es que se acortan tiempos al eliminar el hecho de tener que hablar con dos telefonistas distintas para solicitar transporte sanitario. Un ejemplo es que la misma medida ya está funcionando en toda la provincia de Valencia y la nueva organización no ha generado ningún problema.

-Sin duda, otro de los problemas es la atención a aquellas personas que se han quedado sin tarjeta sanitaria. En Castellón se estima que hay en esta situación 19.000 inmigrantes. ¿Creen que se va a ahorrar con esta medida?

-En primer lugar, hay que recordar que en nuestro país todas las personas que lo precisan siguen siendo atendidas como siempre