La nueva ordenanza municipal del ruido que prevén aprobar de forma provisional en el pleno de este mes regulará por primera vez las Rondas de Mayo, que en los últimos años han sido polémicas por las quejas vecinales por molestias. Las considera «situaciones especiales» y las califica como eventos y actuaciones al aire libre con equipos no amplificados.

Esto se traduce en que técnicamente no se puede limitar el sonido (como tampoco se puede en una actuación de la colla de dolçainers, una tamborilà o una mascletà), pero sí que se pueden regir por otras medidas para preservar esta histórica tradición y hacerla compatible con el descanso vecinal, según fuentes municipales. Así, requerirán de una autorización (que el año pasado ya se pidió pese al vacío legal) y se tendrá que procurar no permanecer demasiado tiempo en un sitio fijo o abarcar solo unas horas concretas, entre otros condicionantes.

La regulación de las Rondas de Mayo es solo un ejemplo del objetivo de esta ordenanza, que es «ser realista y fruto de la experiencia», según el edil de Ordenación del Territorio, Rafa Simó. Sustituirá a la ordenanza del 2010 «que quedó obsoleta apenas tres meses después de aprobarse», aseguraron fuentes municipales, y determina los valores límites para ruido y vibraciones, en toda la ciudad, conforme a la ley estatal, completando dichos valores con la normativa autonómica, tomando siempre como referencia los niveles de recepción más restrictivos, y ajustándose a las tres franjas horarias que fija la normativa europea. La franja horaria diurna irá de 7.00 a 19.00 horas; la vespertina de 19.00 a 23.00; y la nocturna de 23.00 a 7.00 horas. Los valores límite de ruido en ambiente exterior se establecerán en función de estas franjas horarias y de los usos dominantes del entorno, que se fijarán en: sanitario, docente y cultural; residencial; terciario, recreativo y de espectáculos; e industrial.

Principales cambios

Entre las novedades de la ordenanza, destaca la eliminación de los equívocos conceptos verbena y concierto, que derivaban en problemas de interpretación, para poder distinguir entre eventos y actuaciones al aire libre con equipos amplificados y eventos y actuaciones al aire libre con equipos no amplificados.

Además, diferencia por primera vez entre ambientación musical (en los que la emisión de música forma parte de la actividad principal) y amenización musical (lo que equivaldría a hilo musical, uso de televisores...).

Simplifica la tramitación burocrática para la apertura de locales, que ahora oscila entre seis y ocho meses, y la nueva ordenanza del ruido también regulará los espacios privados de uso público, es decir, las terrazas que han proliferado en solares vacíos consecuencia de la crisis inmobiliaria.

A destacar, la inclusión de situaciones especiales, como las Rondas de Mayo, y también espectáculos pirotécnicos, la cabalgata de Reyes; los actos de Magdalena, de San Pedro y San Juan; o la feria de atracciones.

Comisión de seguimiento

En la ordenanza que se abordará en el pleno del día 29 --y que si se aprueba estará después en exposición pública-- se contempla la figura de una comisión de seguimiento para el control de la contaminación acústica. Un órgano del que formarían parte servicios técnicos y del Grupo de Espectáculos y Actividades de la Policía Local, que velarían por la correcta aplicación de la misma.

¿Qué pasa con las tascas y Lagasca?

La nueva ordenanza municipal del ruido en la que están trabajando los técnicos desde hace dos años tiene vocación de servicio general, afecta a todo el término municipal y no entra en casos específicos como son las dos zonas acústicamente saturadas (ZAS) declaradas en Castellón; las tascas y Lagasca. Según argumentan fuentes municipales, estás se rigen por la normativa autonómica por la que fueron declaradas acústicamente saturadas y, por tanto, han de cumplir las medidas de restricciones acústicas propias de las ZAS, sin que esta normativa municipal afecte a las mismas.

Lo especifica el concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, valorando: «Cuando hablamos de ruido, tendemos a pensar en la zonas donde hay más problemática, pero esta ordenanza lo regula todo, en todo el término municipal, y «las tascas y Lagasca ya tienen unas restricciones acústicas únicas y exclusivas en esa zona», que se rigen por una normativa de rango superior.