El Centre d’Estudis Ambientals del Mediterrani y la Conselleria de Medio Ambiente analizarán en los próximos días los resultados de la última campaña de medición de la contaminación tanto en Castellón como en el Grao.

Según confirmaron desde el departamento autonómico y el Ayuntamiento, entre los días 4 y 21 de junio se instalaron nueve dosímetros en distintos puntos de la ciudad para tratar de detectar el origen de los episodios de malos olores que se viven, sobre todo en el distrito marítimo. Entre otros puntos, se tomaron medidas en el puerto, en el Grao y en la zona oeste de Castellón.

Medio Ambiente también ha contactado con la Autoridad Portuaria y con algunas de las empresas ubicadas en el polígono del Serrallo para «identificar posibles operativas que pudieran ser causantes de malos olores».