Las 12 oenegés que fueron incluidas en el reparto de la millonaria herencia de Josefa Martell no recurrirán a los tribunales el retraso de la Generalitat en repartir el legado. El abogado que representa sus intereses, José Ramón Llopis, ha admitido que no existen opciones de forzar en los tribunales el reparto del dinero puesto que el Consell ya activó el proceso el pasado año 2013, aunque lo hiciera en el peor momento posible, en plena crisis inmobiliaria. “Esa es la realidad, no hay manera humana de lograr ese dinero por la dilación de la Generalitat en activar la subasta de los bienes inmobiliarios, ese proceso debería haberse realizado durante el ejercicio 2003”, censura.

El Consell subastó en el pasado 2013 un total de 30 propiedades inmobiliarias del legado valoradas en unos 3,2 millones de euros. De todas ellas, solo se lograron vender dos por un montante de apenas 11.000 euros.

Una de esas parcelas que quedó sin adjudicar por falta de ofertas se dedicará en los próximos meses a huerto urbano. El Ayuntamiento pactó con el Consell a comienzos del pasado septiembre la cesión de una de esas parcelas --en concreto, una finca rústica de 27.000 metros cuadrados situada en la partida Ramell--. El solar ya no lo rentabilizará las oenegés sino que tendrá un uso docente para jóvenes aficionados a la agricultura y para gente mayor.

La frustrada cruzada de las oenegés beneficiarias de la herencia Martell no solo afecta a las doce beneficiarias del legado. Otras 25 asociaciones sin ánimo de lucro ya se quedaron fuera del listado y se constituyeron como plataforma para pedir su inclusión. H