Son los ojos vigilantes de la Autoridad Portuaria. Los que velan y cooperan para que todo transcurra con normalidad en la zona de dominio administrativo, pesquero y lúdico. Controlan y vigilan las dársenas comerciales así como los accesos y los atraques y supervisan las operaciones portuarias, coordinan el tráfico marítimo y gestionan la documentación administrativa. Son, en definitiva, la policía portuaria, la gran desconocida, pero que realiza de forma diaria una labor encomiable en la zona del puerto de Castellón.

La ciudad cuenta con un total de 41 policías portuarios (40 hombres y solamente una mujer) que acceden a este puesto de trabajo siguiendo el procedimiento administrativo del concurso-oposición que incluye haber superado las pruebas tanto teóricas como físicas. Además, tienen preparación en primeros auxilios y defensa personal.

La policía portuaria trabaja todos los días del año distribuida por turnos de seis horas. Se preocupan de que todo transcurra con normalidad dentro del recinto del puerto, que incluye la zona lúdica (por donde realizan rondas de forma continua), donde decenas de castellonenses disfrutan del Grao, especialmente durante la temporada estival. Y su colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado es constante siempre que se le requiere para determinadas actuaciones u otros problemas que puedan surgir.

Si hay un accidente de circulación o un incendio en la zona portuaria, allí acuden. Si existe alguna necesidad en la zona lúdica porque ha resultado herida una persona o se ha producido algún altercado, hasta allí se desplazan. Si se produce un derrame accidental o un fuego en zona portuaria, ahí encontrarán seguro a la policía portuaria.

Otra de las funciones importantes de este cuerpo portuario es la que hace referencia a la vigilancia medioambiental de las operaciones que se desarrollan en el puerto. No hay que olvidar tampoco el papel sancionador de estos agentes, porque en la zona portuaria existe un reglamento que es necesario acatar para que todo funcione a la perfección. Y, si alguien se lo salta, ahí está vigilante la policía portuaria para hacer cumplir la norma.

Cada día entran al puerto de Castellón varios barcos y se realizan operaciones que, por encontrarse en la zona específica de la Autoridad Portuaria, son invisibles para el ciudadano. Y para su control y seguridad es fundamental el papel de esta policía muy poco reconocida, a diferencia del alto grado de conocimiento que tienen los vecinos de los agentes de la Policía Local, la Guardia Civil o la Policía Nacional en la ciudad.

Bajo los ojos vigilantes de la policía portuaria, el puerto de Castellón es hoy en día más seguro para las entradas y las operaciones de barcos o para poder pasear por la zona de ocio.