La consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, insistió ayer en que los menores del centro de acogida de Segorbe, gestionado por las Hermanas Terciarias Capuchinas, sufrieron «duchas frías en enero, privación de comida y castigos físicos». Motivos que llevaron a este departamento al traslado urgente de 18 menores el pasado abril, aunque ahora la Fiscalía de Castellón considera que, con la documentación aportada por el Gobierno autonómico, no hay indicios de delito. Una decisión que las monjas han recibido con «satisfacción».

Oltra aseguró que el Ministerio Público no les ha notificado aún la decisión, que ayer avanzó Mediterráneo, y recalcó que la determinación de trasladar a los residentes fue para «protegerles», porque consideran «que no es modo de actuar con menores que están en protección».

De igual modo, la consellera defendió que remitieron a la Fiscalía documentación adicional que se les solicitó sobre los presuntos «malos tratos» y «conductas indebidas», aunque el Ministerio Público considera que sigue siendo insuficiente y valora que no hay delito en el proceder de la dirección de la residencia.

las monjas se defienden // En este sentido, las Hermanas Terciarias Capuchinas recibieron de buen grado la decisión del fiscal porque «deja claro el buen hacer del trabajo que se ha realizado durante décadas con los menores que han pasado por esta casa». Las religiosas no quieren entrar a valorar si tomarán acciones legales contra la Conselleria, como anunciaron cuando se produjo el traslado. De momento, están a la espera de que los abogados les indiquen si emprenden acciones legales. En el centro La Resurrección siguen viviendo las monjas, pero no hay niños.