La reestructuración del sistema bancario, en lo que respecta a las cooperativas financieras, ha dibujado en los últimos diez años en Castellón un mapa financiero muy diferente al que se daba antes de estallar la crisis y en el que hoy prima la consolidación de dos grupos: Cajamar, el más potente y con mayores recursos; Solventia, que ha aparecido recientemente por primera vez en la provincia de la mano de Caja Rural San Isidro de la Vall, y otro colectivo de firmas independientes al amparo aún del Banco Cooperativo Español, el modelo que ha venido regulando tradicionalmente este tipo de actividad concreta.

Estallada la crisis financiera, el Banco de España instó a cerrar este proceso de agrupamientos en el 2010 a través de diferentes medidas como fueron las fusiones frías, un sistema institucional de protección (SIP) que permitía consolidar las entidades de crédito que se autoprotegían mutuamente. Nacieron así el grupo Cajamar, entidad pionera y liderado por su matriz almeriense y, con posterioridad, Solventia, que reunió a pequeñas cajas andaluzas y que encabezó la extremeña Cajalmendralejo. En el camino, quedó un grupo de entidades que se autocalificaban «independientes» que hoy forman parte de la Asociación Valenciana de Cooperativas de Crédito, constituida hace algo más de un año.

Un proceso aún abierto

Ocho años después de su arranque, este proceso sigue abierto, como ha demostrado la inclusión de la caja valldeuxense en Solventia, un camino al que se ha visto abocado tomar por el toque de atención del regulador ante las cuantiosas pérdidas acumuladas en los últimos años, que a lo largo del pasado ejercicio rondó los 5 millones de euros.

Cajamar manda en el sector

Sin duda las cooperativas integradas en el grupo Cajamar ofrecen la mejor visión del sector en la provincia de Castellón, con notables beneficios netos de 80 millones de euros en el 2017, lo que representa un 5,1% más que el periodo anterior. Los recursos gestionados de minoristas rebasaron los 30.067 millones. De fuerte implantación nacional, en su último balance general dio cuenta que da servicio a más de 3,5 millones de clientes, cuenta con más de 1,4 millones de socios, un parque de más de un millón de tarjetas de débito y crédito, con 1.462 cajeros automáticos y más de 50.000 TPVs en comercios.

Cajas ‘tradicionales’

Un total de siete entidades castellonenses forman hoy el grupo de cooperativas de crédito, con un número de socios que rebasa los 32.000 y con un cierre de ejercicio de más de cinco millones de euros y casi 150 trabajadores, según los últimos balances publicados por la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc),

El aterrizaje de Solventia

La reciente asamblea general de la Caja Rural la Vall San Isidro de la

Vall d’Uixó aprobó la integración de esta entidad en el grupo Solventia, que reúne a un reducido grupo de entidades andaluzas y la extremeña con sede en Almendralejo. La medida vino precedida de los números rojos que venía acompañando a la firma valldeuxense que le han obligado a consolidar su posición en un grupo.